Con la música uno se puede trasladar a cualquier momento en el que se dejase una canción encendida. Es como ir dejando puertas por el tiempo, uno solo necesita abrirlas para rescatar sentimientos y épocas que creía perdidos en el laberinto caprichoso de la memoria. Por suerte existen las plataformas digitales, los discos y determinados tributos que vienen para devolver al directo temas a los que alguno de sus creadores ya no va a poder tocar con la misma fuerza con la que un día los compuso.
La Federación de Hostelería ha organizado un festival, bajo el título de Burefest que, desde ayer y hasta el domingo traerá bandas y músicos encargados de rescatar canciones de los años 70. Ayer abriendo la tarde y combatiendo a ese incipiente frío del otoño burgalés, arrancaron, de manera casi simultánea, el disyoquei Fernando Martínez, al que muchos conocerán por el nombre de Fernandisco y el conjunto Black Jack, que interpretó himnos de AC/DC.
Precisamente estos segundos pusieron a bailar la plaza de los Castaños. La ventaja de hacer tributos es que si llegas a cubrir un mínimo de talento, puedes incluso confundir a quienes te están viendo. Eso sí, con los ojos cerrados porque Brian Johnson, vocalista original de AC/DC, no se personó ayer en la capital burgalesa. Pese a eso el cantante de los Black Jack parecía tener el mismo filtro en su voz. Muy conseguida la actuación.
Fieles del grupo británico-australiano degustaron sus temas. Sonó Back in black, Thunderstruck o Highway to hell y el público, algunos vestidos del negro rockero, alzaron las manos con el mítico gesto del cuerno. José, por ejemplo, contemplaba con gusto al quinteto que hacía bramar sus guitarras. «Me gusta AC/DC y tenía ganas de verlo, cuando lo hacen bien es como rememorar», declaraba entre la energía entusiasmada de la gente.
En la Plaza Mayor, por su parte, el reconocido Fernandisco pinchaba canciones como Good times de Chic o Never gonna give you up de Rick Astley. Antes de su bolo el presentador catalán declaró a este periódico que le «hizo mucha ilusión estar en el Burefest para divertir a la gente un rato. Hay tributos aquí de grupos a los que he tenido la suerte de entrevistar en la radio como ABBA o Supertrump», expuso.
El repertorio que ofreció el DJ fue principalmente de canciones de los 70 y 80, lo que él mismo definió como su «década favorita». Al reclamo de la música fueron apareciendo personas que ya lo tenían en su agenda y otros que simplemente se lo encontraron dando un paseo. Gema era de estas primeras. «Está muy bien para la gente de nuestra generación tener música de nuestra época que deje a un lado el reguetón. Esto es algo bailable», expresaba mientras no dejaba de mover el cuerpo al son de los temas que salían de los altavoces. El único pero que ponía era el de que se estuviese solapando el show de Fernandisco con el tributo a AC/DC.
Para cerrar esta primera jornada actuaron en el escenario de la Plaza Mayor Abba Experience, con temas de la emblemática formación sueca Abba. Repasaron algunos de sus hits y supusieron un nuevo reclamo en un festival que continúa hoy con el concierto del Orfeón Burgalés Juvenil a las 13:30 horas en la plaza de la Libertad. Durante todo el día se irán sucediendo bolos que acabarán con Sugar Soul Walker en la Plaza Mayor a las 21 horas. Quienes quieran rememorar viejos tiempos tienen un plan para este fin de semana.