Límites a la libre elección de médico en Atención Primaria

G.G.U. / Burgos
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Quienes quieran tener tarjeta sanitaria en un centro de salud que no es el que les toca por domicilio han de obtener ahora el visto bueno unánime de todo el equipo facultativo, dado que supone trabajo 'extra'

La libre elección de médico en Primaria es un derecho, que siempre ha tenido limitaciones, pero más laxas. - Foto: Valdivielso

La elección de médico de familia en un centro de salud distinto al que corresponde por domicilio se ha complicado a medida que menguaba la plantilla facultativa de Atención Primaria en Burgos. De hecho, el no disponer de personal suficiente para contar con sustitutos en las bajas o vacaciones de los titulares de las consultas conlleva que quien quiera adscribir su tarjeta sanitaria a un ambulatorio que no es el que le corresponde por proximidad a su vivienda ahora no solo tiene que comunicárselo al coordinador del centro de salud 'de adopción', sino que ha de obtener el visto bueno de todo el equipo médico. Así lo confirman distintas fuentes de Primaria, argumentando que admitir más pacientes de los que corresponde conlleva una carga 'extra' de trabajo para todos. Y, por tanto, se exige unanimidad para ese tipo de peticiones.

La libre elección de médico en Atención Primaria es un derecho de los pacientes, pero nunca ha tenido la consideración de derecho absoluto y, por tanto, siempre ha estado condicionado por ciertas limitaciones. Hasta ahora, lo habitual era que a quien quería adscribir su tarjeta sanitaria a un centro de salud que no le correspondía le permitieran hacerlo con la advertencia de que, en caso de tener un percance de salud que exigiera visita a domicilio, su médico de familia no iba a ir a verlo. Sí o sí tendría que desplazarse el enfermo al centro de salud elegido, porque los facultativos no traspasan los límites de su área de referencia (lo que técnicamente se denomina zona básica de salud, que es el perímetro al que presta atención cada ambulatorio). Pero no solía haber trabas con este tema.

Ahora, en cambio, en Atención Primaria no parecen estar para caprichos de este tipo y se ha limitado la libre elección de médico al propio centro de salud. Es decir, se puede cambiar de galeno de cabecera, pero siempre y cuando sea un facultativo con consulta en el mismo ambulatorio y, también, que tenga huecos libres en su cupo.

Así lo apuntan distintas fuentes, explicando que el hecho de no contar con sustitutos para las consultas que se quedan sin titular por la razón que sea supone que el resto del equipo médico asume el cupo de quien falta. Y si este volumen de pacientes se ha engrosado por deseo propio o decisión arbitraria, los demás no tienen por qué asumir esa carga 'extra' de trabajo. Mientras había sustituciones no se daba esta circunstancia, porque en caso de bajas, vacaciones y demás ausencias siempre había una persona para atender la consulta como si estuviera el titular habitual.

Citaciones. Pero ahora que la gerencia tiene dificultades para cubrir bajas de larga duración, se ha optado por exigir aprobación unánime de todo el equipo médico a la admisión de pacientes 'foráneos'. Este requisito no figura por escrito y, de hecho, Sacyl respeta la autonomía de los centros de salud en este tema. Y, así, solo establece que «el ejercicio de este derecho [la libre elección de médico] ha de ser compatible con la organización de los distintos servicios» y advierte de que puede tener «límites derivados de la disponibilidad de los profesionales», entre otras cosas.

Sobre quienes ya tienen la tarjeta adscrita a un centro de salud que no es el que les toca no hay una directriz clara, pero fuentes consultadas por este periódico confirman que si en una visita al hospital -o en el envío de citaciones- se detecta que el domicilio no está en la zona básica de salud a la que pertenece el paciente le van a pedir que lo modifique. El objetivo, aseguran distintas fuentes, es evitar problemas con las citas y demás avisos, además de desorganización.