Después de unos meses controlando el tráfico tras la peatonalización de la calle Santa María Bajera y parte de Justo Cantón Salazar -además del resto de vías con las mismas características- la Policía Local de Briviesca ha llegado a la conclusión de que es necesario adoptar unas nuevas medidas para ganar seguridad en las zonas en las que comparten espacio vehículos y transeúntes. Entre ellas se encuentra ampliar el horario de apertura al tráfico de 7 a 13 horas, prohibir la circulación a los patinetes eléctricos y sustituir los bolardos retráctiles y fijos que incumplen la normativa por otros que sí lo hacen.
Las obras de la céntrica calle Santa María Bajera, por la que hasta hace apenas un año circulaban vehículos en busca de aparcamiento, dieron por finalizado el ambicioso plan de movilidad municipal. Atrás quedaron las disputas entre los comerciantes y la corporación por apostar por un casco histórico libre de tráfico y barreras arquitectónicas. Si bien, en esta y el resto de vías libres de tráfico -calle Mayor, Medina y Santa María Encimera- se ubica el mayor número de comercios de la ciudad, por lo que con la finalidad de facilitar la carga y descarga y que los clientes puedan acercar sus coches a los negocios «se ampliará el horario de circulación hasta las 13 horas de lunes a sábado, ahora hasta las 12.30, mientras que durante las jornadas festivas el tráfico seguirá cerrado», comenta a ese medio Alejandro Angulo, jefe del Cuerpo.
Asimismo, en el tramo peatonalizado de Justo Cantón Salazar «no estará permitida la carga y descarga ni tampoco el estacionamiento continuado, excepto en casos muy puntuales, al igual que en el resto de estas vías», añade. En ese caso, los viajantes deberán aparcar en zonas colindantes y trasladar el género hasta los locales allí situados.
Las nuevas medidas, que «entrarán en vigor una vez llegue y se instale la correspondiente señalización», explica el Policía, también contemplan «la prohibición del paso de patinetes eléctricos a partir de la hora del cierre del tráfico en todas las vías de plataforma única porque dan problemas y entendemos que son un peligro permitir que circulen libremente». Si bien, las bicicletas «sí podrán circular atendiendo a unas normas básicas de convivencia que ya están reflejadas», manifiesta.
Por otro lado, la colocación de un bolardo retráctil en la calle Justo Cantón Salazar a la altura del cruce con la vía Pedro Ruiz para impedir el paso del tráfico rodado, al igual que en el resto de zonas peatonales, no resultó efectiva. Tampoco instalarlos a finales del mes de mayo en la misma calle junto al cruce de Santa María Bajera porque su «visibilidad no era correcta», afirma Angulo. La altura de 50 centímetros quedó especialmente baja, un hecho que provocó la colisión de varios vehículos en pocos meses y, por tanto, estropearon el sistema automático que desde entonces permaneció bajado. Con idea de garantizar la seguridad de los conductores, el Ayuntamiento ha optado por sustituir todos los bolardos e instalar unos nuevos de 60 centímetros de altura.
«Se han contratado varios tipos de pilonas para el casco histórico; un conjunto automático y dos flexibles con iluminación led y detector sonoro de medios de emergencia. También dos semiautomáticas y veinte desmontables con banda reflectante», sentencia Marta Álvarez, concejala del Ayuntamiento.