La número 1 en Oftalmología está en el HUBU

GADEA G. UBIERNA / Burgos
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La madrileña de origen burgalés Ana Hernaiz ha sacado la nota más alta de la parte teórica del examen europeo de la especialidad, que países como Suiza exigen para ejercer. Hizo el MIR en Burgos, ahora es adjunta y quiere quedarse

Ana Hernaiz, oftalmóloga del HUBU y, ahora, también del Santiago Apóstol. «La combinación está muy bien», dice. - Foto: Luis López Araico

En los tiempos de la España vacía, la oftalmóloga Ana Hernaiz hizo el camino inverso: hija de burgaleses y madrileña de nacimiento, optó por regresar a sus orígenes para especializarse. «Y muy contenta de haber elegido el HUBU», cuenta, ahora que, además de haber terminado los cuatro años de residencia y firmado su primer contrato como médica adjunta, es la protagonista del servicio: ha sacado la nota más alta de la parte teórica del examen europeo de la especialidad, el EBO (acrónimo de European Board of Ophthalmology), que algunos países exigen para ejercer. Por ejemplo, Suiza. «Estoy muy sorprendida, pero muy contenta; es un reconocimiento al esfuerzo. Y, sobre todo, a los cuatro años de formación [MIR]», dice.

En el servicio no tienen más que elogios para ella. La mayoría de los oftalmólogos se han presentado a esa prueba (una suerte de 'MIR' de la especialidad, con 582 aspirantes de 26 países en la última edición) y saben lo que supone. «Lo que ha hecho Ana es muy meritorio y una tremenda satisfacción. Los compañeros residentes vienen con conocimientos ajustados, pero luego, cuando ves que hacen las cosas mejor que tú, es una alegría», afirma el jefe, Javier Jiménez, admitiendo que, en cierto modo, el éxito de Hernaiz es reconocimiento a la formación impartida. «No la hemos preparado específicamente para el examen, pero en los años de residencia compartimos todo nuestro conocimiento», dice, mientras Hernaiz apunta que ese es, para ella, un tanto a favor del HUBU: «Es un hospital grande, pero solo somos dos residentes por año y eso genera una relación estrecha y, al final, una residencia más personalizada. Y, aparte, tenemos muchísima tecnología. Nada que envidiar a hospitales de ciudades como Madrid».

Hernaiz destaca, casi nada más empezar la conversación, que presentarse a la convocatoria de octubre del EBO, a la última, fue iniciativa del residente con el que empezó la formación MIR en Burgos: «Armando me motivó para que lo hiciéramos los dos y lo preparáramos juntos». Así, en los últimos meses como residentes, se hicieron con manuales para estudiar la prueba, que consta de una parte teórica (en la que Hernaiz es ganadora) y una de casos clínicos.

(El reportaje completo, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos o aquí)