Tanto el cangrejo rojo o de las marismas como el cangrejo señal están incluidos en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras y, por lo tanto, se hace necesario un control de sus poblaciones. En mayo pasado se aprobó el plan de control de estas dos especies de cangrejo en el ámbito de Castilla y León, a través de la pesca. Mediante la colaboración de los pescadores, apuntan desde Medio Ambiente, se hace posible la eliminación de estas especies, permitiendo, con fines de control o erradicación, la posesión y transporte de los ejemplares vivos pescados en las masas de agua detalladas en el ámbito de aplicación del plan hasta el lugar de su eliminación del medio natural, proceso que habrá de realizarse en el menor plazo posible.
La pesca, que comenzó el día uno y se prolongará hasta diciembre, puede practicarse desde una hora antes de la salida del sol hasta una hora después de su puesta. Por lo que respecta a la talla de los ejemplares no se establece mínima, tampoco hay un cupo de piezas y solo está permitido el uso de cebos muertos. En la pesca con retel cada pescador podrá ocupar una longitud de orilla no superior a 100 metros utilizando un máximo de 20 reteles, y respetando una distancia superior a 10 metros del retel del pescador inmediato. Será condición obligatoria que el pescador esté presente en dicho tramo al cuidado de los mismos. El tamaño máximo del retel será de 50 centímetros de diámetro y deben estar identificados con una tarjeta en la que figure el nombre, apellidos y DNI/pasaporte del pescador.
Las capturas de ejemplares de especies distintas a los cangrejos indicados deberán ser devueltos a las aguas de las que proceden procurando en su manejo ocasionarles el menor daño posible.
Todos los reteles y útiles de pesca deberán ser desinfectados al abandonar la masa de agua, mediante inmersión durante al menos diez minutos en agua caliente (60º C) o en una solución de lejía al 2% (20 ml de lejía por litro de agua) o cualquier otro biocida.