El obispillo solidario

I.P. / Burgos
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El niño Juan José González Torres fue elegido por sus compañeros de la Escolanía de la Catedral. Tiene 9 años, estudia en el colegio Fernando de Rojas y dice que pedirá para que se acabe el paro

Juan José González, delante de las ropas que vestirá el día 28. - Foto: Ángel Ayala

E n una fecha tan significativa como la conmemoración del XV aniversario de la Escolanía Pueri Cantores de la Catedral de Burgos, el pequeño de 9 años Juan José González Torres fue elegido ayer Obispillo 2011 por sus compañeros de la agrupación coral, cumpliendo un año más con esa entrañable tradición que tendrá su culminación el próximo día 28 con su investidura en el monasterio de las Madres Salesas y la imposición de túnicas a los nuevos escolanos, así como el tradicional paseo por la ciudad en mula y la visita de la comitiva a diversas instituciones.

Aunque la proclamación tuvo lugar ayer en el interior de laPuerta del Sarmental tras la celebración eucarística, fue el pasado día 1 cuando los escolanos votaron al Obispillo entre los nueve niños que cumplían los requisitos, entre ellos haber hecho la Comunión este año y acudir de forma regular a los ensayos de los Pueri Cantores. Los pequeños candidatos eran Alberto Sáiz de Pedro, Álvaro Molina Aliega, Fernando Alonso Santamaría, Guzmán Ortega Domingo, Juan José González Torres, Óscar Vicario Sáiz, Pablo del Cerro Corbí, Raúl Ortega Martín y Samuel Seoane García. El nombre del Obispillo de este año se conocía ayer, pero también el de los cuatro vicarios que le acompañarán en su cometido el día 28, que resultaron ser Samuel, Guzmán, Fernando y Óscar.

Todos estaban ayer algo nerviosos antes de dar a conocer el nombre, por eso, nada mejor para templar los nervios que el ‘programa’ diseñado por los responsables de la Escolanía, su presidente, César Manuel Carballera; el director, Luis Corbí, y la directora de Canto, Elena Alonso. Así, tras la misma, se desplazaron al interior de la Puerta del Sarmental donde los pequeños ofrecieron una canción a los asistentes, prácticamente todos familiares.

César Manuel Carballera, como suele hacer cada año, busca una lectura, tanto para reflexionar sobre el sentido de la misma, como para encontrar el silogismo con esa figura del Obispillo, tan burgalesa y propia de las fiestas de Navidad. En esta ocasión, el presidente de la Escolanía ‘echó’ mano de Calderón de laBarca y de El gran teatro del mundo. Y lo hizo para lanzar un mensaje a los niños cantores y a los mayores: que el hombre es un ser social y que del mismo modo que sabemos que no podemos vivir solos, «hemos de descubrir cuál es nuestro lugar en el conjunto de la sociedad. Así, vivimos con los otros, pero en realidad, vivimos para los otros», manifestó.

Y como Calderón en su obra desvela que todos los personajes, sean reyes y plebeyos, amos y criados, ricos y pobres, tienen la misma importancia y que lo que da sentido a la existencia no es el rango, sino la destreza con que lo interpretan, así «la calidad del papel que representamos en nuestra vida no depende del mayor o menos prestigio que tenga, sino del empeño con que los asumimos.La obra solo será exitosa si todos están bien en su papel», añadió.

Tampoco olvidó hablar de la solidaridad para decir que nuestro Obispillo «declara con rotunda verdad y fuerza el sentido de la solidaridad, como lo hace también los personajes de El gran teatro del mundo.

Aludió, igualmente, a ese intercambio de papeles: «Un niño se hace Obispo y adopta el papel que le corresponde a éste, asume responsablemente la autoridad que se le otorga. El Obispo, a su vez, cede su trono para ganar en humildad», concluyó.