Hace casi dos años que la burgalesa Ana Lucía Fernández Eroles se puso al frente del Complejo Asistencial de Burgos, cuyo buque insignia, el HUBU, atravesaba entonces una pésima situación asistencial y laboral. De ahí que las primeras palabras de la sucesora de José María Romo fueran que iba a recuperar «el clima social» y que la reducción de las demoras iba a ser su prioridad. La primera parte parece haberla conseguido y con respecto a la segunda, en ello está. Bien es cierto que con éxito desigual: el descenso en las primeras consultas acumuladas se resiste. «Se me cae el alma a los pies», dice.
El HUBU cerró agosto con 5.431 personas en lista de espera quirúrgica estructural, ¿septiembre acabará igual o bajará de 5.000?
Cerraremos mejor que en agosto, pero [para bajar de cinco mil] nos falta todavía. En días de demora también vamos bien.
En 2018 el HUBU llegó a tener menos de 3.000 cirugías acumuladas, ¿es factible volver a esa situación con los medios de los que dispone este hospital?
Por supuesto que sí. ¿En qué tiempo? No lo sé. Me preocupan muchísimo temas críticos de plantilla, como Anestesia. Es que no solo están para quirófanos, es que hacen los preoperatorios y atienden una demanda creciente de pruebas con anestesia. Eso limita mucho la disponibilidad, pero, con independencia de eso, he de decir que los profesionales están volcados en la recuperación de la actividad. También quiero dar las gracias a la Consejería, porque sin la autorización del plan de choque con el autoconcierto, no hubiéramos podido hacerlo con el ritmo que llevamos.
Ana Lucía Fernández Eroles, gerente del Complejo Asistencial de Burgos. - Foto: Alberto RodrigoHay autoconcierto [peonadas], convenio con San Juan de Dios, externalizaciones a la privada... ¿Qué margen de mejora tiene el HUBU con medios propios?
Necesitaríamos refuerzo de plantillas; estabilizar, traer y retener profesionales, porque nuestras plantillas están deficitarias en casi todos los servicios. Y algunas son preocupantes: Anestesia, Trauma, Ojos, Rayos... Anestesia y Radiología son servicios centrales y, cuando algo falla, repercute en todo el hospital. Ahí tenemos que intentar acaparar.
En Burgos explotamos poco la telepresencia, que es distinto a telemedicina»
¿De qué déficit hablamos?
De mucha gente. En Anestesia, sobre plantilla oficial, podríamos decir que cuatro, pero en realidad siempre es más porque hay bajas... En Rayos nos faltan cinco; en Trauma, cuatro;en Ojos, otros cuatro... En Plástica nos quedan cuatro, porque se ha marchado gente.
Ana Lucía Fernández Eroles, gerente del Complejo Asistencial de Burgos. - Foto: Alberto Rodrigo¿Por qué?
A veces son decisiones personales. No es justificación, pero la pandemia ha dado valor al tiempo libre, a la familia, a la salud... La gente tiene otras prioridades y hay quien pide excedencias o reducciones de jornada por cuidado familiar.
También hay profesionales del HUBU que se van directamente a la sanidad privada. ¿Por qué la pública no es competitiva o, mejor, por qué la privada es más atractiva?
En algunas especialidades puede ser más atractiva, pero eso habría que preguntárselo a quién toma la decisión. Nosotros intentamos flexibilizar horarios, facilitar conciliación, ajustamos distintas formas de trabajar... Hacemos todo lo que es viable y legal; todo, para que el trabajador esté a gusto y nos resuelva un problema. Pero los salarios están limitados.
¿Por qué el HUBU no retiene o no atrae profesionales de la misma forma que los hospitales de Valladolid o de Salamanca?
Pueden ser opiniones personales. Yo creo que cuanto más atractiva sea la ciudad, mayor reclamo.
¿En qué medida ayudaría la creación de una facultad de Medicina a atraer especialistas?
Entiendo que primero habrá que hacer un estudio sobre qué capacidad docente tienen las facultades que ya hay en Castilla y León. Si se puede aumentar, igual no hacen falta más. Si no se puede, habrá que ver. Y, de ser así, y como opinión personal, ojalá que sea en Burgos. Porque León no tiene Medicina, pero sí una facultad de Veterinaria con muchísimo peso.
El convenio con San Juan de Dios funciona muy bien»
Sacyl les acaba de ofrecer la creación de un instituto de investigación biomédica, que también podría ser un foco de atracción, ¿qué han contestado?
Es una buenísima idea, que tenemos que aprovechar. La implicación de nuestros profesionales con la investigación es absoluta, así que daremos los pasos. No lo he hablado con Primaria, pero estoy segura de que también les interesa. Y la relación con la Universidad [de Burgos] es buenísima. La oferta de Sacyl es una oportunidad, ante la que tenemos que estar ágiles.
Volviendo a las listas de espera y al plan de choque. Las peonadas siempre han sido un tema polémico y, de hecho, la Consejería amagó con quitarlas en agosto en el HUBU [por bajo aprovechamiento]...
La Consejería pone unas reglas, porque es dinero público. Y están claras desde el principio: en autoconcierto siempre hay que meter a personas en lista de espera, que sean los más antiguos y que redunde en reducción de demoras. Y, por supuesto, con optimización de los quirófanos de la mañana. Todo se revisa a diario. ¿Qué pasa? Que el período vacacional es complicado y la Consejería dio un aviso a todas las gerencias para recordar las reglas de juego. Hizo lo que tiene que hacer. Nos pidieron que estuviéramos pendientes. Y continuaremos con el autoconcierto si por la mañana cumplimos con el rendimiento oportuno. La gente es consciente, pero ahora tenemos la limitación de que hemos vuelto a las 35 horas semanales en lugar de las 37,5 horas.
¿Qué piensa Ana Lucía Fernández Eroles cuando ve que hay 43.000 personas pendientes de una primera consulta?
Se me cae el alma a los pies. No puedo decir otra cosa. Ponemos más agendas y se cubren, se llenan. Y la lista sigue aumentando. Hay que trabajar de otra manera. No podemos seguir haciendo lo mismo, porque ha supuesto hacer 10.000 consultas más y seguir aumentando la lista. Hay que parar y ver que hasta aquí hemos llegado: no podemos seguir creciendo, ni en lista de espera ni en actividad. Y con plantilla reducida, tampoco se puede. Habrá que hacerlo de otra manera.
¿Por ejemplo?
Hemos hecho pruebas con especialidades. Dermatología, por ejemplo, era una auténtica barbaridad, se ha trabajado de otra manera y nos está dando buen resultado. Por una parte, ha habido recuperación de plantilla y, por otra, hemos aplicado la teledermatología. Se manda una foto, un especialista lo revisa e indica lo que se debe hacer. Primaria también ha ayudado, no a bajar lista, sino a canalizar lo nuevo que iba entrando, también con la teledermatología:el médico pide consulta con foto, que se revisa en un máximo de 72 horas y se determina si entra en lista, si necesita tratamiento... Y, en tercer lugar, el convenio con San Juan de Dios, que está funcionando estupendamente, también ayuda, porque se trabaja con los mismos criterios que aquí. Así, una lista que estaba por encima de 7.000 ahora está por debajo de 4.000. Ha sido espectacular y en unos meses, así que creo que esa forma de trabajar tenemos que llevarla a otro tipo de consultas que lo permitan. Igual no teledermatología, porque no podemos hacer una foto, pero sí telepresencia.
¿Cómo?
Ahora, por ejemplo, tenemos un problema con los oncólogos y un proyecto...
Renovaremos todas las jefaturas, salvo las de quienes estén a un año de jubilarse»
¿Se refiere a la falta de oncólogos de Aranda?
Aranda se está resolviendo, pero ahora empieza Miranda con una baja importante. E igual a un paciente oncológico no lo puedes hacer venir y tienes que facilitar cómo verlo. Así que si en el hospital comarcal necesitan ayuda, puedes hacer que exista esa consulta presencial, pero digitalmente.
Pero, ¿en Oncología? ¿Con la frialdad de una pantalla y la calidez que necesitan sus pacientes?
Pero estarán acompañados de médico, de enfermera... Hay que valorarlo. Lo que digo es que hay que sentarse y evaluar nuevas formas de trabajar. Y puede ser cualquier otra especialidad, en la que haya que ver qué otras medidas se pueden tomar para que el paciente se sienta atendido presencialmente; me da igual que sea con contacto físico, a través de una imagen o de aquello que favorezca el valorar al paciente y acortar sus tiempos de incertidumbre.
¿Pero hablar de telemedicina y de consultas a distancia no es sustituir a la presencialidad?
No. Siempre tiene que haber un contacto y posibilidad de valorar. Telepresencia es distinto a telemedicina. En Burgos lo hemos explotado poco y creo que tendríamos que usarlo más en aquellos casos en los que el paciente sea vulnerable.
¿Cuán eficaces han sido las peonadas en las consultas externas?
Determinados servicios, por la escasez de personal que tienen, no podrían atender su actividad diaria de otra manera; su jornada ordinaria está optimizada y ya no pueden hacer más. Pero sí hemos visto que, aún dando y atendiendo mayor actividad, la lista no se ha reducido lo que en Burgos queríamos o habíamos pretendido. Por eso digo que creo que hay que hacer algo distinto.
¿Van a mantenerlas en consultas?
Tenemos propuesto autoconcierto hasta finales de año, en 2024 no lo sé. Veremos, en función de los resultados. Pero así como en la parte quirúrgica se ve que hay mejoría, en consultas vamos mucho más lentos.
¿Por qué ha llegado el HUBU a esta situación?
Habría que analizarlo. Seguramente, porque no hemos hecho las cosas como el resto. En Burgos es cierto que siempre ha habido una demanda de consultas tremenda y, en algunas especialidades, nada que ver con otras provincias.
Con la lista de espera de consultas se me cae el alma a los pies. No puedo decir otra cosa»
Si a mí me deriva hoy el centro de salud a Dermatología, ¿cuántos días esperaré para la cita?
Depende. Si no quieres teledermatología entras en proceso normal y ahora no sé cuánto es, pero seguro que más de un mes, que es lo idóneo.
Idóneo sí, pero irreal también. Un documento de la gerencia del hospital afirma que a 30 de agosto se esperaba 797 días para una gastroscopia con anestesia. Son dos años.
Ese documento no es de demoras, sino de esperas teóricas y tenía muchos errores, porque se mezclan primeras consultas con sucesivas, urgentes, revisiones...
797 días es un error, de acuerdo. Llevo un mes preguntando por el dato correcto en la Consejería y ahora en este hospital y no hay respuesta, ¿puede indicar cuál es la espera teórica máxima para una gastroscopia con anestesia en el HUBU?
Un primer hueco, posiblemente para una consulta preferente, puede darse en 28 o 30 días. A veces, hasta al día siguiente. En consulta ordinaria sí necesitamos un mecanismo por el cual revisemos si esa petición es prioritaria, para adelantarla.
No se sabe, entonces.
Depende de la prioridad y de la preferencia. Igual se dan 100 días, pero si se revisa y se da el caso, pueden citarlo para la semana siguiente.
Este año ha adecuado a normativa otras siete jefaturas de servicio, ¿cuántas más va a convocar?
Ahora va a salir Neurofisiología y nos queda un paquete para acabar con las demás, porque vamos a sacar todas. Solo una excepción, que es decisión mía personal: yo no voy a sacar la de una persona a la que le queda un año o año y medio para jubilarse. Pero la renovación de jefaturas es una oportunidad que se da a los profesionales para involucrarse en mejorar este hospital.
¿Por qué todavía rigen nombramientos que se hicieron de forma provisional en marzo de 2020?
Priorizamos aquellas en las que el servicio estuviera más flojo. Pero van a salir todas, porque quiero gente motivada. Sola no hago nada.