El Ayuntamiento de Miranda encara un año repleto de intervenciones para mejorar la ciudad. Ahora mismo los operarios están trabajando en la remodelación de la calle Arenal, que ya ve su final relativamente cerca, y el departamento de Obras también pretende iniciar la reurbanización de Ramón y Cajal durante este ejercicio, puesto que se alza como el gran proyecto de las cuentas de 2024. Pero, además de reformas integrales, la administración municipal ha incluido en el Presupuesto de este curso 225.000 euros para las habituales campañas de asfaltados.
El concejal de Obras, Adrián San Emeterio, explica que aún no han podido «avanzar» con este tipo de actuaciones, porque antes de tomar una decisión sobre los puntos de Miranda en los que se echará brea «se necesita saber el número de metros cuadrados de los sitios que se quieren asfaltar y, a partir de ahí, se tendrá que empezar a hacer una selección». Y es que el edil socialista reconoce que algunas zonas de la ciudad del Ebro, pese a que pueden requerir mejoras en sus calzadas, se quedarán sin ellas, ya que «evidentemente no va a dar para todo».
Aunque la cifra parece abultada en principio, realmente es mucho más baja que la de años anteriores. De hecho, la inversión en asfaltados durante el curso inmediatamente previo, en el que tuvieron lugar los comicios municipales, fue el doble. Entre tres grandes intervenciones a lo largo del año electoral, el Ayuntamiento destinó más de 460.000 euros. Allá por abril de ese ejercicio se comenzaron los trabajos contratados por 214.000 euros en lugares como Las Matillas, la Ronda del Ferrocarril o puntos céntricos, como la calle Condado de Treviño. En mayo, por su parte, le llegó el turno al Poblado de Los Ángeles, con un desembolso de 80.000 euros, y ya después del verano se utilizaron 167.000 euros para reparar la calzada en el entorno de Ebro-Entrevías.
Esas reformas del firme en varias zonas del núcleo urbano tuvieron lugar solo unos meses después de que se ejecutara otra amplia actuación en la misma línea. Concretamente, en septiembre de 2022, cuando faltaba menos de un año para los comicios municipales, se invirtieron en torno a 240.000 euros para asfaltar otra parte de la Ronda del Ferrocarril, la calle Río Ebro, la Vicente Aleixandre o la Arenal. En total, durante ese ejercicio preelectoral el Consistorio no alcanzó los 300.000 euros, pero sí superó con claridad el gasto previsto para 2024.
Igualmente, a lo largo del curso 2021 la inversión para ejecutar mejoras en el asfalto de Miranda resultó superior a lo que se destinará durante el presente ejercicio. Por aquel entonces, según se reconoció durante la liquidación definitiva del Presupuesto municipal, el Consistorio de la ciudad del Ebro se dejó en trono a 400.000 euros, la segunda cifra más elevada de los últimos cuatro años.
Prevén actuar por primera vez en la calle Fuente Vieja de Orón. Fuera del concepto de asfaltados, el Consistorio tiene sobre la mesa otra intervención urbanística: actuará en la calle Fuente Vieja. Durante años la situación de esta zona de la pedanía de Orón, que ni siquiera está urbanizada, ha levantado las críticas de los vecinos y el actual concejal de Barrios, Guillermo Ubieto, quiere darle una solución. Para ello, su departamento ha logrado una partida de 80.000 euros.
El edil de IU-Podemos explica que tenían «un compromiso con los vecinos de esta calle y el primer paso para cumplirlo ha sido aprobar esta partida». Según comenta, con el dinero disponible podrán«afrontar la situación» de esta zona de Orón y «las necesidades» de sus residentes. Ubieto apunta que se pretenden cubrir con esos 80.000 euros tanto la redacción del proyecto como una parte de las obras, aunque adelanta que todavía deben reunirse con los propietarios que allí se alojan «para ver en qué situación está la red de aguas y demás, para que lo que se haga sea definitivo y consensuado».
Además, la conversación con los vecinos resulta imprescindible por otro motivo, ya que hasta ahora el Ayuntamiento sostenía que la reforma de esa calle era competencia de los propietarios. Ubieto apunta que, tras las reuniones, podrán saber «si a ellos les tocaría asumir alguna parte», pero en todo caso avanza que su «intención es solucionar como mínimo el problema del asfaltado y las molestias por el mal estado de la calle».