Llegó de sorpresa, pero llegó. El ascenso del Briviesca Norpetrol a la Tercera RFEF se confirmó el pasado domingo con la inesperada derrota del Villamuriel en casa del Unami (1-0) y después de que el sábado el Municipal lamentase que los suyos cedieran ante la Cebrereña (0-1) cuando todo estaba preparado para celebrar. «No teníamos ninguna esperanza de conseguirlo el domingo. El Unami estaba descendido, tenía bajas y fue al partido con muchos juveniles... pero el fútbol nos devolvió lo que nos debía, que no era poco», afirma José Ángel de la Iglesia 'Pechu', entrenador del equipo burebano, que celebró «en diferido y a contrarreloj».
«El día anterior el campo estaba a reventar y sabíamos que ganando celebrábamos el ascenso. Lo teníamos todo preparado, pero no pudimos. Eso sí, mejor subir así que teniendo que ir a Villamuriel en la última jornada», recuerda Pechu sobre una última jornada que hubiera podido ser decisiva en la lucha por el primer puesto al tener que enfrentarse este domingo. Pero no se ha llegado a esa situación y el Briviesca ya es equipo de Tercera RFEF seis años después y tras haberlo tenido cerca el curso pasado.
«El equipo ha madurado. Lo que el año pasado eran prácticamente debutantes ha cambiado. Pese a que el DNI diga que tienen 20 o 21 años, ya son jugadores con 40 o 50 partidos en la categoría, un play off y derrotas muy amargas a las espaldas. El equipo ha tenido hechuras de equipo de arriba, siendo igual menos atractivo en cuanto a propuesta futbolística respecto al año anterior, pero estando nueve jornadas sin encajar un gol. Solo hemos perdido un partido fuera de casa en toda la liga. Eso ya te dice mucho», añade Pechu sobre un club que define como «diferente» y que, para él, es «una familia» que tiene «el fútbol como excusa para disfrutar».
Se toma el ascenso como «el premio a la continuidad del proyecto» y a «la idea de juego tan diferente a lo que era el Briviesca años atrás. Distinto a lo que se estila en la categoría» al ser «una propuesta bastante atractiva» que reflejan los números: 59 goles a favor y 20 en contra.
También remarca que «entramos con la idea de que jugasen muchos chicos de casa y han dado un rendimiento que ha sido una pasada. Son chavales con mucha ambición y que sí, que el año pasado en el play off pagamos el peaje de ser novatos, pero esta temporada han competido como bestias y han encontrado el premio».
Respecto a las claves, destaca «el día a día» porque «este es un equipo que trabaja casi como un equipo de superior categoría» al disponer de «unas instalaciones que nos permiten trabajar de una manera que es importantísima en una liga tan amateur. El trabajo diario es lo que nos ha diferenciado. Nunca hemos bajado de 18 tíos entrenando y eso es un plus. Otra clave ha sido creer y no renunciar a nuestra idea, que no hay que olvidar que en la primera vuelta, aunque no bajamos del cuarto puesto, hubo malos momentos».
Por último, reconoce que «toca disfrutar porque se ha hecho duro y largo», ya que «aunque haya podido parecer sencillo ha habido muchos obstáculos en el camino hasta el último día» Y respecto al futuro, tiene grandes esperanzas: «No debe ser un paso fugaz por la categoría. Si en Palencia hay un Becerril, en Soria un Almazán, el Valladolid un Tordesillas... pues en Burgos debe haber un Briviesca como en otra época fue un Lermeño. No debemos conformarnos con haber ascendido, hay que confiar en asentarse en la categoría», concluye.