El San Pablo no está haciendo experimentos este verano y está apostando por la seguridad de contratar a jugadores que ya conocen la Liga Endesa y que cuentan con experiencia en competiciones europeas. Los cinco fichajes que ha realizado de cara al próximo curso acumulan más de 700 encuentros en la ACB y cuatro de ellos formaban parte de un equipo español la campaña anterior. Solo Alex Renfroe, que estuvo jugando en el Zenit de San Petersburgo, compitió en el extranjero el curso pasado.
La dirección deportiva azulona se ha visto obligada a recomponer la plantilla tras la marcha de jugadores importantes y su apuesta ha sido clara: experiencia y conocimiento de la liga. La idea es que las nuevas piezas puedan encajar rápidamente en el puzzle del equipo, ya que afrontarán desafíos importantes en el inicio de la temporada.
Omar Cook y Renfroe son los más veteranos, pero no los que más partidos suman en la máxima categoría española. Xavi Rabaseda, que debutó en 2008 con el Barcelona, encadena 12 campañas consecutivas en la liga y 344 encuentros disputados. Más novatos que los tres ya mencionados son Dejan Kravic y Jordan Sakho. El serbio jugó el año pasado por primera vez en España con el Monbus Obradoiro y el congoleño, de solo 23 años, cumplirá su cuarto año en la élite, el primero fuera de Manresa. La política de fichajes con pasado nacional se siguió también con Pablo Aguilar y Oliver Stevic en el transcurso de la temporada, ya que Joan Peñarroya necesitaba que la adaptación fuese rápida.
Esta estrategia le ha funcionado bien en años anteriores. Sin ir más lejos, el verano pasado incorporó a Ferran Bassas (Tenerife), Thad McFadden (Joventut) y Miquel Salvó (Gipuzkoa), los tres con experiencia en la liga, y le han dado muy buen resultado.
Remontándose al invierno de 2018, la época de Diego Epifanio en el banquillo, cabe recordar la llegada de Augusto Lima y Vítor Benite. Ambos aterrizaron en Burgos después de una mala experiencia en Croacia, pero con un amplio conocimiento de la Liga Endesa. El rendimiento tanto de uno como de otro ha sido espectacular.
Incluso los bases Corey Fisher y Thomas Schreiner, que también habían jugado en España antes de venir a Burgos, fueron importantes en el siempre complicado año del debut.
En el otro lado de la moneda están los dos jugadores a los que sustituyeron Lima y Benite: Viacheslav Kravtsov y Dino Radoncic. El pívot ucraniano había jugado en el Fuenlabrada, pero no terminó de cuajar en la plantilla, mientras que al alero montenegrino se le hizo cuesta arriba asumir su rol después de venir del Real Madrid.
También en Europa. En líneas generales, la apuesta por la experiencia y el conocimiento de la liga casi siempre les ha salido bien a los burgaleses, que este año han llevado esta política de fichajes a su máxima expresión. No hay ni un solo integrante de la plantilla que no haya disputado minutos en la Liga Endesa ni tampoco que no haya alternado la competición doméstica con algún torneo europeo, bien sea la Basketball Champions League, la Euroliga o la Eurocup.