El Ayuntamiento de Burgos negocia en este momento con Cepsa el futuro de la estación de servicio de Fuentecillas (frente a la Farmacia Militar) después de que el pasado 23 de noviembre la Junta de Gobierno Local aprobara la rescisión del contrato tras 25 años de explotación. El concejal de Movilidad, José Antonio López, detalla que la intención del Ejecutivo municipal es volver a sacar a concurso la explotación de la gasolinera, si bien todo dependerá del acuerdo al que se llegue con Cepsa, que es la propietaria de la instalación física.
El Ayuntamiento puede jugar la baza de que a Cepsa no le interese desmantelar la instalación. Una tarea más complicada de lo que pudiera parecer en un principio ya que es necesario, tras retirar los depósitos subterráneos, descontaminar el terreno y luego reurbanizar la parcela. Una tarea que lleva tiempo y que tampoco es precisamente barata.
Eso sí, no es menos cierto que la compañía ha reclamado también que se la indemnice con alrededor de 188.000 euros por la inversión que no se ha podido aún amortizar y que pidió prolongar el contrato durante 18 meses más.
El Ayuntamiento ha rechazado abonar esta cantidad (también alargar el contrato), pero lo cierto es que ambas partes están hablando sobre varios aspectos con el objetivo de encontrar un punto de entendimiento.
El futuro de los tres trabajadores de la estación de servicio parece claro, ya que son personal laboral del Ayuntamiento y, tal y como detalla el edil popular, regresarán a su destino original en la estación de autobuses de la calle Miranda.
El concejal de Movilidad explica que su deseo es poder adjudicar el concurso a una empresa antes de que termine el año. Se desconoce aún lo que el Ayuntamiento va a pedir por la explotación de la estación de servicio, ya que lo primero que tiene que hacer es resolver las negociaciones con Cepsa. Será entonces, ya con toda la información en su poder, cuando el Servicio Municipalizado de Movilidad y Transportes (Smyt) podrá preparar un estudio de viabilidad que permitirá saber los ingresos que puede obtener la ciudad y el tiempo de duración de esa concesión.
Para el equipo de Gobierno el escenario más indeseado, aunque no se puede descartar, es que no haya un acuerdo entre el Ayuntamiento y Cepsa, se desmantele la instalación y se opte por no volver a licitar la explotación de la estación de servicio.
Cabe recordar que esta gasolinera se construyó después de que se decidiera retirar la que había en la estación de autobuses.