Ligada a la potente industria textil de Pradoluengo en el pasado, la Senda de los Batanes luce nuevos puentes en su recorrido. El paso del tiempo ha ido deteriorando esos pasos situados en varios puntos de la ruta, necesarios para atravesar el río Oropesa, por cuyas riberas transcurre ese recorrido que es todo un referente para los vecinos, tanto desde el punto de vista histórico como paisajístico, con los hayedos como principal especie que salpica todo ese tramo.
Conscientes de la necesidad de acometer mejoras, que también reivindicaban los vecinos y muchos de los amantes de ese camino natural, la Corporación ha decidido reponer los seis puentes en una misma fase, aunque inicialmente se pensó en hacerlo en varias etapas. Así, las nuevas infraestructuras se han encargado a los carpinteros locales Óscar y Nacho Pérez, que han realizado el trabajo, de tal manera que la alcaldesa, Susana Díez, destaca que además de la mejora estética que supone también se garantiza la seguridad de los que hacen la senda y pueden disfrutar de algunos de los elementos de la industria textil que se mantienen a lo largo de la senda, pocos, reconoce la concejala María del Carmen Sanmartín, que lamenta que ese patrimonio industrial haya desaparecido y que apenas queden restos de las hilaturas y los batanes; sí se mantienen algunas fábricas que son testimonio de esos inmuebles que sustentaron la economía de la villa y que se alimentaban de la energía que producía el agua del río para la producción textil.
Esta mejora en los puentes no es la única iniciativa que tiene el nuevo equipo de Gobierno; así, se han propuesto llevar a cabo labores de limpieza y mantenimiento de forma periódica y ejecutar un proyecto de iluminación que se centraría en la zona donde comienza la senda, junto al cámping.
Por otra parte, mucha de la cartelera está ya deteriorada, por lo que el Consistorio también está planteando solicitar ayudas a la Diputación Provincial para renovar los paneles que se encuentran más deteriorados.
Perfectamente señalizada, la senda transcurre a lo largo de unos 2,5 kilómetros, que parte desde el pueblo, junto al llamado parque de los patos, prácticamente al lado del camping. Además, el paseo se puede continuar hasta llegar al nacedero del Oropesa, que se encuentra a seis kilómetros desde este punto.
Para regresar a Pradoluengo se puede tomar el camino que asciende hasta una carretera, con firme de grava hasta la depuradora y después asfaltada, en la que se encuentran paneles informativos acerca de los edificios que poblaron esta Senda de los Batanes.
El paseo se recuperó en 2014 a iniciativa del Ayuntamiento a través de una escuela taller promocionada por el Ecyl en la que participó un grupo de alumnos y dos profesores, con un coste de 13.000 euros. Este proyecto fue reconocido por la Diputación con uno de los premios a la recuperación de proyecto de Medio Ambiente.