Los vecinos y negocios de la zona sur no saben ya a qué puerta llamar para denunciar el mal estado en el que se encuentra la calzada del paseo de los Pisones. Aunque es una calle de la ciudad, también es la prolongación de la carretera BU-800 que lleva a Cardeñadijo, lo que complica su mantenimiento. La calzada presenta innumerables socavones a lo largo de su recorrido y se ha desprendido parte del asfaltado en algunas zonas, lo que produce impactos en los vehículos que circulan por ella que llegan incluso a romper los parabrisas.
Solo hay que hacer un recorrido por el vial para constatar el mal estado en el que se encuentra. La carretera parte de la rotonda de la calle Madrid y desde ese mismo punto ya se empieza a observar su mal estado, que contrasta con otras calles perpendiculares como San Agustín o Legión Española. Ya desde el primer paso de peatones se empiezan a ver agujeros y grietas en el firme, una situación que se repite a lo largo de todo el recorrido. El asfaltado está totalmente cuarteado debido a la falta de mantenimiento y en algunos tramos los socavones son enormes. De vez en cuando se han parcheado con gravilla para evitar males mayores, pero lo cierto es que a lo largo del recorrido hasta el viaducto hay que irlos sorteando.
Desde la Asociación de Vecinos Nuestro Barrio han trasladado el problema al Ayuntamiento, dado que frente a su sede hay un hundimiento que además se inunda cada vez que llueve. «Sea quien sea el titular de la vía tendrá que hacer un convenio con el Ayuntamiento para el arreglo. La calzada hay que arreglarla. Es una calle de la ciudad», apuntó el presidente de la organización vecinal, Florentino González.
Usuarios y vecinos lamentan el abandono de este vial que forma parte de la ciudad. «Los baches no solo se observan a simple vista sino que se sienten cuando se circula en coche», apunta Luis Pino.
Este vecino ha enviado varios escritos al área de Vías Públicas del Ayuntamiento de Burgos, pero la respuesta es que la calle forma parte de la carretera BU-800 y la titularidad es de la Junta. También ha trasladado la misma queja a la institución regional y está a la espera de respuesta. «Las dos administraciones se pasan la pelota una a otra y evitan actuar sobre dicho vial y mientras la calzada lleva lustros sin conservación», añade.
La Junta reconoció a este periódico que la carretera es de su titularidad, pero al ser un tramo urbano lo tiene que gestionar el Ayuntamiento. Sea quien sea el competente, son muchos los vecinos y negocios enclavados a lo largo de su recorrido que merecen una calzada digna, que además es muy utilizada para llegar a varias localidades próximas a la capital.
No es la primera vez que residentes en el paseo de los Pisones alertan sobre el estado de esta zona de la ciudad. Los habitantes de los números 167 al 173 esperaron décadas a que se arreglara un talud que amenazaba con venirse abajo mientras que los del 189 a 213 también denuncian baches de gran tamaño y agujeros que de vez en cuando rellena con gravilla la Brigada de Obras y que a los cuatro meses se vuelven a formar. De ahí, que los residentes exigen un asfaltado completo de la misma.