Caos en la movilidad tras el éxito de la huelga del bus urbano

C.M. / Burgos
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Los servicios mínimos acordados en Burgos funcionaron con normalidad, pero no fueron suficientes. No se registraron incidentes pese a los piquetes que se concentraron en las cocheras

Los ciudadanos formaron ayer largas colas en las paradas esperando a que llegara el autobús. - Foto: Patricia

La primera jornada de huelga de los conductores de autobuses urbanos en Burgos para reclamar una jubilación anticipada resultó un éxito y fue secundada por la práctica totalidad de la plantilla del Servicio de Movilidad y Transportes (Smyt), lo que complicó la movilidad de cientos de ciudadanos a pesar de que los servicios mínimos funcionaron con normalidad, pero no fueron suficientes.

Los burgaleses optaron por otros medios para llegar a sus trabajos, consultas o centros educativos. Otros ciudadanos confiaron en el servicio público y esperaron en las paradas a que llegara algún vehículo que en la luna delantera llevara el cartel de servicios mínimos. Tuvieron más suerte los que se subieron en la cabecera de las líneas, ya que cuando los buses llegaban a la mitad de su recorrido ya estaban llenos con el consiguiente enfado para los que se quedaron en tierra. Es cierto que en la mayoría de las paradas se colocaron carteles con los horarios detallados de los servicios mínimos para orientar a los usuarios, pero la espera se hizo larga. Por ejemplo, en el caso de la línea 1 Gamonal-avenida Arlanzón la frecuencia superó la media hora cuando en una jornada habitual es de 7 minutos, mientras en otras líneas las frecuencias superaron los 40 minutos o la hora.

Los servicios mínimos limitaron las líneas al 32% con la excepción de la 10 y la 23 que no salieron. También se respetaron los denominados servicios especiales que van a residencias o transportan a personas con discapacidad (...).

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