Duro examen el que le espera al Burgos CF esta tarde en Ipurua. A partir de las 18,30 horas se medirá a un Eibar que, por plantilla y presupuesto, es uno de los favoritos de la competición y además se encuentra en un gran estado de forma. Los blanquinegros necesitarán de su mejor versión para conseguir un resultado positivo.
Así lo aseguró Jon Pérez Bolo, su entrenador, en la previa, aunque el técnico vizcaíno confía en los suyos. Las dos victorias consecutivas en El Plantío hace que el cuadro castellano llegue pleno de confianza al choque. Nadie se acuerda ya -o no se quiere acordar- del 5-0 con el que se saldó la última salida de los burgalesistas en el Carlos Tartiere. El objetivo es claro, que el equipo se parezca al que fue capaz de vencer al Sporting y al Cartagena de forma consecutiva y no tenga nada que ver con el que cayó goleado ante el Real Oviedo.
Al Burgos le hará falta una notable intensidad y aguantar el alto ritmo de juego que propone el equipo de Joseba Etxeberria. El Eibar es de esos rivales que exigen mucho a su oponente y que le someten si no tiene una buena tarde. A los blanquinegros les tocará apretar los dientes en muchas ocasiones, aunque también advierten de que, como todos los equipos, el conjunto armero tiene sus puntos débiles y tratarán de atacarlos cuando tengan la oportunidad.
En contra. Otro de los retos del Burgos CF es el de romper la estadística que le persigue en sus visitas a Ipurua. Los blanquinegros han jugado en siete ocasiones en el estadio guipuzcoano y nunca han puntuado. Siempre que la escuadra de la ribera del Arlanzón ha visitado en el campo armero ha perdido, por lo que hoy tratará de acabar con esta dinámica.
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