El Juzgado de Miranda ha decretado la entrada en prisión provisional de dos mujeres por un presunto delito de robo con fuerza en una vivienda situada en el barrio de Anduva, después de que la Policía Nacional las detuviera el pasado sábado al mediodía.Aunque fue este Cuerpo el encargado de arrestar a ambas ladronas, en la intervención tuvo una participación directa la Policía Local de la ciudad delEbro. Según ha podido saber este periódico a través de fuentes cercanas al suceso y han confirmado desde la Comisaría Provincial de Burgos, uno de los agentes municipales, pese a que se encontraba fuera de servicio, se encargó de interceptar a las delincuentes para facilitar su posterior detención e ingreso en un centro penitenciario.
Conforme al relato de las personas cercanas a la investigación, las dos mujeres entraron durante la mañana del 28 de septiembre en un apartamento cercano a la Fábrica de Tornillos y se adueñaron tanto de dinero en efectivo como de otros objetos de valor. Sin embargo, en el momento en que aún se hallaban dentro del domicilio, el propietario apareció y estas, antes de iniciar su huida, le rociaron con gas lacrimógeno. Tras ello emprendieron la carrera hasta el exterior del bloque de apartamentos y llegaron a la zona donde estaba teniendo lugar el habitual mercadillo de todos los sábados, a pocos metros de la Comisaría de la Policía Nacional.
Sin embargo, no fueron mucho más lejos. El agente municipal, que se encontraba fuera de servicio y paseando por los diferentes puestos con su pareja, oyó la voz de un hombre gritando expresiones como «parad a esas mujeres» o «llamad a la policía». En ese preciso instante el funcionario no lo dudó, acudió hacia donde se escuchaba el tumulto para socorrer a la posible víctima. Allí, a escasos metros de la Fábrica de Tornillos, se topó con las dos delincuentes y las interceptó, justo antes de identificarse como policía local y pedir refuerzos tanto del Cuerpo dependiente del Ayuntamiento como del Nacional.
Según describen las fuentes conocedoras de la intervención, la actuación del agente de la Policía Local mirandesa fue determinante para atrapar a las dos ladronas, que se enfrentan a un delito de robo con violencia.Precisamente, conforme los testimonios que ha podido recabar Diario de Burgos, el efecto del gas lacrimógeno sobre el propietario de la vivienda asaltada fue tan notable que, cuando corría detrás de ambas mujeres por la calle, varias personas se percataron de que el varón tenía tanto el rostro como los ojos sumamente enrojecidos. Ahora bien, estas mismas voces apuntan a que el dueño del inmueble afectado al final pudo recuperarse y las lesiones iniciales no empeoraron.