Seis accidentes al día con la fauna salvaje

FERNÁN LABAJO / Burgos
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El 80% de los siniestros en carretera los provocan choques con animales. Pese a que las cifras cayeron en 2024 por segundo año consecutivo, Burgos sigue siendo una de las provincias con más percances cinegéticos de toda España

Atropello a un corzo ocurrido en la carretera N-627, que une Burgos y Aguilar. - Foto: Alberto Rodrigo

Tener un coche en la provincia de Burgos asegurado sin la cobertura por siniestro cinegético podría considerarse deporte de riesgo. Porque si nos ceñimos a la probabilidad, es bastante más posible chocar contra un corzo o un jabalí que sufrir otro tipo de accidente vial. Es cierto que las consecuencias no son extremadamente graves, pero sí que suponen un problema para la seguridad. Tanto la Dirección General de Tráfico como las administraciones competentes en materia de carreteras han puesto sobre la mesa diferentes alternativas para disminuir el número de accidentes. Tras años de subida, los dos últimos han finalizado con ligeros descensos. Pero la cifra sigue siendo muy elevada. 

Según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico, el año pasado se produjeron en la provincia 2.327 accidentes viales en los que un animal silvestre estuvo implicado. Son 53 menos que el año anterior y ninguno de ellos ocasionó heridos graves. La colisión con el corzo sigue siendo la más frecuente (1.562), seguido del jabalí (542) y, a mucha distancia, el perro (52). Por carreteras, el mayor número de siniestros tuvieron lugar en la N-234, que une Burgos con Soria y que cruza una de las comarcas con mayor población de este tipo de especies, si bien también son muchos los incidentes en la CL-629, en la N-1 e incluso en la autovía A-1. 

Sobre la incidencia en esta última vía, el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, explica que el trazado que lleva hasta Madrid «cuenta con numerosos accesos por los que pueden entrar los animales». Además, recuerda, hay corzos y jabalíes que son capaces de hacer agujeros en los vallados y colarse a la carretera por ahí. «Lo normal es que todo acabe en un susto y en un gran destrozo para el coche, pero el número sigue siendo muy elevado y supone un grave problema para la seguridad vial», subraya. 

Galán observa el ligero descenso del último año con cierto recelo. Cree que estos dos últimos años son de «estancamiento» tras el espectacular repunte de 2022, cuando se alcanzó además el récord histórico. «La bajada puede deberse a múltiples factores muy coyunturales. La plaga del gusano que afecta a los corzos hizo mucho daño a la especie y por eso se han reducido tanto las colisiones. Quiero pensar, además, que las medidas preventivas de la Junta están dando sus frutos», comenta. 

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