El Ayuntamiento de Miranda se encuentra en pleno proceso para diseñar el Presupuesto del próximo curso, pero mientras tanto sigue aplicando las cuentas creadas para este año, 2023. Eso sí, el documento ha sufrido una gran cantidad de cambios a lo largo de los meses y, sin ni siquiera haber terminado noviembre, la administración municipal ya acumula más de 30 modificaciones de créditos, unos procedimientos que implican derivar el dinero de una partida a otra. El último, que rozó los 143.000 euros, sirvió para emplear casi 40.000 euros, que estaban destinados a transferencias a asociaciones, a reposiciones en Servicios y arreglos en el CSM, así como, para desviar otros 104.000 euros de la piscina climatizada a las obras de la Fábrica de Tornillos.
La acumulación de un largo listado de modificaciones de créditos en la ciudad del Ebro se ha convertido ya en una práctica habitual, puesto que durante el curso pasado, 2022, el Ayuntamiento también rebasó la frontera de las tres decenas. En 2021 se quedó cerca, pues llegó a las 27, y hay que remontarse hasta 2020 para encontrar un dato inferior a los 20 procedimientos de este tipo.
La situación en los principales municipios de la provincia es sumamente distinta. Por ejemplo, la capital, Burgos, este año apenas lleva 5, mientras que Briviesca se ha quedado en los 4 y Aranda acumula prácticamente la mitad que Miranda. Además, la ciudad del norte de Burgos supera con creces a otras instituciones que le son cercanas, como la Diputación. La administración provincial, a lo largo del presente curso, solo ha cerrado 11 modificaciones de créditos.
Mientras que el portavoz de Vox, Miguel Ángel Arbaizar, ha preferido no entrar a valorar estos hechos, el líder del principal grupo de la oposición, Sergio Montoya, sí carga duramente contra el equipo de gobierno. El número 1 del PP cree que «aparte de la falta de previsión y de capacidad» que demuestran las más de 30 modificaciones de créditos, considera que se trata de «una práctica trilera, porque venden una cosa que van a ejecutar, no la hacen, sacan el modificado, y hacen otra cosa (...)».
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