El análisis de las grabaciones y las transcripciones de éstas referentes a la atención sanitaria prestada a Anne Ganuza, la niña de tres años y medio de La Puebla de Arganzón que falleció el 17 de marzo en el hospital vitoriano de Txagorritxu, no ofrece dudas a juicio de las consejerías de Sanidad de Castilla y León y el País Vasco sobre que el fatal desenlace de la varicela que padecía la niña nada tuvo que ver con la territorialidad del enclave burgalés, ya que el error estuvo en la valoración médica hecha por la médico de guardia del 112 del País Vasco que optó por movilizar a la médico de guardia del centro de salud de Treviño y no a una ambulancia de emergencias.
Así, se explica que cuando la doctora coordinadora del 112 vasco habló por teléfono con la madre, a pesar de que ésta le alertó del grave estado de la menor, la médico consideró que la gravedad no era tal como para mandar una ambulancia, optando por movilizar a la médico de guardia de Atención Primaria de Treviño, profesional que cuando llegó a la casa de la niña se la encontró vacía, ya que los padres la había llevado ya en coche a Vitoria.
Por ello se pide que no se busquen problemas de territorialidad en este trágico y desgraciado caso como puede deducirse de algunas palabras extraídas de la conversación entre la madre y la médico del 112 vasco . «Ya, pero os están atendiendo en Vitoria, pero ahora mismo, médico de urgencia, eso os corresponde Treviño. Os corresponde Treviño. Nosotros desde aquí médico no te podemos enviar», es una de las frases que de entre una conversación de más de cinco minutos se produjeron minutos antes de las ocho de la mañana del día 17. Un fragmento que a juicio de las dos consejerías no puede considerarse sin el conjunto de la conversación, ya que da a entender que el problema habido fue de territorialidad, cuando ambas lo descartan de plano.
«Yo escuché la grabación y leí la transcripción, y se deduce que la colaboración ha sido la correcta... de hecho la operadora del 112 vasco lo que dice es que en el caso de utilizar el médico de guardia debe utilizarse el de Treviño, que es el más próximo, eso pone de manifiesto que las cosas están coordinadas, ya que no va a movilizar al médico de Atención Primaria de Vitoria, que está más alejado», explicaba ayer a este periódico Antonio María Sáez Aguado, consejero de Sanidad.
Su homólogo vasco coincide plenamente, y por medio de un comunicado el Departamento de Salud cree que referirse en exclusiva a las frases «entresacadas y parciales» en las que se explica que el médico de guardia debe ser el de Treviño, es usar la conversación «de forma descontextualizada y sin objetividad». También reitera que las conclusiones de la investigación hecha «responden fielmente a lo ocurrido y en ningún momento se omitió o tergiversó información alguna». El Gobierno Vasco vuelve a asegurar que «el lugar de residencia de la familia no influyó en absoluto a la hora de movilizar uno u otro recurso. Esta fue una decisión basada únicamente en un criterio médico».
Error de apreciación
Desde Castilla y León se insiste en que «el problema es de error en la apreciación de la gravedad, ya que si la médico operadora hubiera decidido como opción movilizar una UVI móvil, pues se hubiera movilizado la de Vitoria, que era la más cercana; pero como decidió, tal vez como un error según dice el propio Gobierno Vasco, movilizar a un médico de Primaria, éste tiene que ser el que está allí, en el centro de salud de Condado de Treviño», explica el consejero.
Ni la familia de Anne ni los órganos judiciales que llevan el caso ni el Defensor del Pueblo vasco quisieron ayer valorar las frases entresacadas, y la mayoría de los partidos políticos con representación en el Parlamento Vasco, que tienen el expediente, manifestaron a este periódico que no puede deducirse un conflicto de territorialidad en este caso, sino un problema en la valoración hecha por la profesional sanitaria del 112 vasco, que ha sido expeditada.