La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Aranda de Duero ha tramitado 76 expedientes sancionadores en lo que va de año contra ciudadanos que deciden satisfacer sus necesidades fisiológicas en la calle. A la espera de que concluya 2023 y haya cifras definitivas, ya se han superado las multas que se impusieron por este mismo motivo en todo 2022, según detalla el concejal de este departamento, Carlos Medina. Del global, por ahora se han resuelto y pagado 44 sanciones, a razón de 200 euros cada una, por lo que el Consistorio de la capital ribereña ha ingresado alrededor de 8.800 euros.
Otros 13 expedientes sancionadores se encuentran en la fase ejecutiva y 19 más en tramitación. Además, Medina indica que tienen varias denuncias pendientes de las últimas semanas, a la espera de abrir el procedimiento que se aplica cuando se sorprende a cualquier ciudadano orinando en la vía pública. "No es posible iniciarlos hasta que estabilicemos la situación con el personal administrativo", subraya, mientras apunta que, en líneas generales, se tramita un expediente sancionador por mear en la calle cada cuatro días.
Según el concejal de Medio Ambiente, la mayoría de las sanciones tienen lugar en las zonas de fiesta y, de hecho, aumentan durante los días en los que se celebra el festival Sonorama Ribera y las fiestas patronales. Eso sí, las multas "están bastante distribuidas en el tiempo y casi todas las semanas hay alguna", agrega el edil. Esta labor comienza cuando los agentes de la Policía Local sorprenden in fraganti a un ciudadano orinando en la calle. Levantan el acta correspondiente y después Medio Ambiente tramita el expediente.
Entre los casos más llamativos de los últimos meses destacan dos sanciones a dos vecinos que orinaron en la puerta de la sede antigua de la propia Policía Local. El primero tuvo lugar en marzo. Los agentes identificaron a un menor, que procedió a limpiar su propia meada con agua y lejía. Ahora bien, no se libró de ser propuesto para sanción por infracción a la ordenanza reguladora para la limpieza viaria y ornato público. Después, en mayo, otro varón orinó en una pared de la sede policial y también le pillaron. Estos actos incívicos se suceden por todos los barrios con multas en las principales arterias, como la calle Isilla o la avenida Castilla, así como en los lugares más concurridos y emblemáticos de la ciudad, desde la Plaza Mayor a la plaza de la Constitución o la del Trigo. Eso sí, hay tres puntos negros que concentran el grueso de las sanciones: los Jardines de don Diego, la plaza de la Ribera y la calle Prado Marina.
Sin baños públicos. Todo ello sin olvidar que no hay ni un solo baño público en todo Aranda. Se instalan urinarios portátiles durante el festival Sonorama Ribera y en las fiestas patronales en honor de la Virgen de las Viñas, pero nada más. Así que el reguero de meadas en las calles del centro de Aranda está servido cada fin de semana para disgusto de unos vecinos que tienen que soportar que orinen en las puertas de sus casas sin ningún tipo de contemplación. De salir adelante el Presupuesto para 2024, el equipo de gobierno ha incluido una partida con 150.000 euros para la construcción de baños públicos.