Un bombazo más que infantil

ÓSCAR CASADO / Miranda
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La resurrección del bombo chiqui llena la plaza de España de blusas, en una mañana en la que el sol ha sido el protagonista

Un bombazo más que infantil

La mañana amaneció fría en Miranda, aunque el sol ha ganado protagonismo con el paso de las horas, por lo que la lluvia no ha podido aguar el Bombazo infantil. La plaza de España se ha llenado de blusas en el primer acto multitudinario de las fiestas, en el que los sanjuaneros chiquis, Ainara Martínez y Álex Perea han disfrutado de su gran momento de esta edición de San Juan del Monte.

Nada más terminar, reconocían que estaban "sin palabras" después de lo vivido en la balconada del Ayuntamiento, donde se ha escuchado con fuerzo el grito de ¡Ese bombo!. "Estaba templando y no sabía ni lo que hacía", afirmaba la sanjuanera, quien apuntaba que tras este momento tiene señalada la Salve, como otro acto que tiene ganas de vivir como representante de los más pequeños. Perea admitía que pudo ver a "compañeros de clase y a la familia y se me ha puesto la piel de gallina", al tiempo que indicaba que "es un momento en el que todos te miran y es como una presión por hacer algo mal".

Los dos llevaban un texto preparado de antemano, en el que han pedido que se disfrute de las fiestas y han dado vivas a sus dos cuadrillas: los Txurus y el Volcón. Los dos vivieron con cierta incertidumbre y tensión el percance en el que el bombo parecía que no salía del agua del río Ebro. Se había enredado con el de los adultos, por lo que los palistas del Club Piragüismo Antares tuvieron que actuar, para que las fiestas no sufrieran un susto.

Un bombazo más que infantilUn bombazo más que infantil

Antes de los sanjuaneros chiquis, la pregonera infantil Irene Fuentes había tomado la palabra para despertar a la plaza. El año pasado fue una de las bombistas, aunque en este caso su papel asumía que "ha sido mejor de lo que me esperaba y cuando he subido estaba temblando", por lo que reconocía que la experiencia había sido "indescriptible".