La localidad de Oña ofrece a sus vecinos un buen número de servicios como gimnasio, zonas deportivas, talleres, parques infantiles, biblioteca o piscinas en verano. Sin embargo, los niños y jóvenes carecen de un espacio fijo a cubierto para su disfrute, tan necesario, sobre todo, durante los meses de invierno. El equipo de gobierno local, liderado por Belén Paramio, consideró importante disponer de un lugar en el que este sector de la población se junte y disfrute del tiempo libre, y tras analizar los inmuebles capacitados para ubicar en ellos una ludoteca dieron con que el antiguo costurero del Monasterio San Salvador cumple con todos los requisitos.
Se trata de un edificio situado dentro del ámbito del Bien de Interés Cultural -propiedad de la Diputación Provincial- recientemente rehabilitado gracias a la ayuda concedida por el Estado del 1,5% Cultural, que actualmente no se utiliza. Por ello, y fascinados por los resultados de la intervención, los miembros de la corporación apuestan por ofrecer allí el servicio y trasladar también a la primera planta la biblioteca municipal, ubicada ahora sobre el Hogar del Jubilado, un edificio que carece de ascensor y buena accesibilidad. El Ayuntamiento ha elaborado una memoria en la que queda justificada la solicitud de la cesión de uso del inmueble referido, considerando que, en el citado documento, queda suficientemente motivada la conveniencia de la donación para llevar a cabo dichos servicios municipales.
Paramio aclara que la restauración del edificio ha finalizado hace meses y «ha quedado precioso. En la planta superior hay estanterías blancas y en la baja un espacio diáfano que da a un patio trasero. Nos parece el lugar perfecto para utilizarlo como ludoteca», comenta la regidora. La idea que maneja el equipo es poner en marcha el proyecto, siempre y cuando cedan el uso, de cara a «primavera o verano» durante las tardes de los días de labor coincidiendo con el actual horario de la biblioteca (de lunes a viernes), aunque pretenden valorar la apertura también «los fines de semana, teniendo en cuenta que ello implicará «contratar más personal». En principio, está previsto que sea la «misma persona la que se encargue de la apertura y control de la biblioteca y de la ludoteca», añade.
La inversión que requiere abrir las puertas del antiguo costurero no será elevada ya que solo necesita «mobiliario y material para que los usuarios se entretengan. También acondicionaremos la zona exterior trasera y nos gustaría instalar un arenero o algo similar para que los más pequeños jueguen, pero por el momento no tenemos nada definido», aclara la regidora. Respecto a las edades permitidas para el disfrute del servicio, «intentaremos abarcar un abanico amplio, desde los niños de menor edad que tendrán que estar acompañados siempre por un adulto hasta los preadolescentes. Esto y otras normas quedarán plasmadas en unas bases que redactaremos en su momento», sentencia.
Centro cultural. Por otro lado, el Consistorio oniense también ha solicitado a la administración provincial la cesión de la titularidad del Centro Cultural Nazaret. Situado en la plaza del Conde Sancho, junto a la entrada principal a los jardines benedictinos de San Salvador, el edificio se utiliza habitualmente para diferentes fines sociales y culturales. Pese a que sea propiedad de la Diputación, Oña ha invertido 134.597 euros en los últimos años en mejorar la cubierta, una reforma interior y modernizar el sistema de calefacción.