La falta de atención en materia presupuestaria que soporta la provincia desde hace años acarrea graves consecuencias como las que sufre la A-12 en territorio burgalés. Esta autovía, que servirá a la ciudad castellana para conectarse con Logroño o Pamplona, tenía en mayo de 2017 todos sus proyectos constructivos aprobados. Solo quedaba reservar la partida económica necesaria dentro de las cuentas estatales para iniciar el proceso de contratación.

Más de un lustro después, los planos de los dos tramos centrales, los que deberán conectar Villamayor del Río con Ibeas de Juarros, se han quedado obsoletos. El esfuerzo del Ministerio de Transportes por tratar de avanzar a ambos extremos de estos, tanto por el lado riojano como por el más próximo a la capital, -aunque con resultados no tan buenos como se esperaban- ha relegado al cajón a, entre otros, el paso por el puerto de La Pedraja.

Aunque hace unos meses el Gobierno aseguró que apenas era necesaria acometer una revisión de los precios antes de licitar los proyectos, visto el encarecimiento de los materiales en los últimos cursos, finalmente tendrán que prestar atención también a otros aspectos como la adecuación a la normativa, la evolución física de los servicios...

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