La situación es compleja, producto de una tormenta perfecta de razones y circunstancias que refleja la realidad del momento para el comercio de proximidad. El exceso de oferta se combina con el cambio de hábitos de consumo y la dificultad para encontrar relevo. El sector resiste y se adapta a las exigencias del guion, aunque los fríos números convierten las sensaciones a pie de calle en hechos constatables.

El informe bianual de situación de la actividad comercial elaborado por la Federación de Empresarios de Comercio de Burgos (FEC) junto con Giscom refleja que la capital cuenta actualmente con 3.267 locales vacíos (sin contar los polígonos industriales) de 8.591 registros contabilizados.

Este dato se refiere al total de lonjas existentes en la ciudad con capacidad para desarrollar actividad sin contar garajes, trasteros y espacios comunitarios similares. En resumen, el 38,2% de los locales contabilizados tiene la verja cerrada en una circunstancia que afecta a todos los barrios pero no por igual. Gamonal vive una situación particularmente sensible, ya que absorbe uno de cada tres locales vacíos en el casco urbano. Una cifra que es aún más rotunda cuanto más se estrecha el cerco. Casi la mitad de los 2.458 registros de este sector, en concreto 1.074, permanecen yermos. Se trata del 43.6% de las lonjas del barrio, una circunstancia que se refleja con más claridad según la zona analizada.

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