El presidente del Colegio de Médicos, Joaquín Fernández-Valderrama, fue ayer contundente en su valoración de la reorganización de las urgencias de Atención Primaria en la capital: «Lo pondremos en manos de nuestros asesores jurídicos en Castilla y León». Una aseveración que alude a la decisión de hacer frente a la falta de facultativos en agosto concentrando la atención médica urgente en el Punto de Atención Continuada (PAC) de San Agustín y manteniendo el de Gamonal con el personal de Enfermería, cuyos profesionales atenderían con el mismo horario que ahora y siempre dentro de sus competencias. Es decir, no pueden diagnosticar ni prescribir fármacos sujetos a criterio médico pero sí cuidar y valorar las situaciones que llegan a las urgencias ambulatorias, para derivarlas a otro sitio, como se hace en los hospitales. En este caso, al PAC de San Agustín, Urgencias del HUBU o al médico de cabecera.
Fernández-Valderrama fue de las pocas voces discordantes con los planes de la Gerencia de Atención Primaria, que ayer explicó a profesionales y a representantes vecinales que tomaba esta decisión porque no hay médicos suficientes para atender los dos puntos de urgencias ambulatorias de la ciudad. La directora médica, Pilar Sanmartín, informó de que en el calendario de agosto quedaban 26 huecos de guardia sin cubrir en estos dos dispositivos y no ocultó que no hay más a quién acudir para que las hagan. Y eso teniendo en cuenta que en los últimos cuatro meses han contratado a una treintena de profesionales y que, además de los especialistas que hacen guardia por obligación, hay otros que lo hacen «voluntariamente» tanto en los PAC de la capital como en los pueblos porque son conscientes de que los números no dan.
Pero la comprensión que encontró la gerencia en representantes vecinales y en la mayoría de los profesionales se tornó en disconformidad del Colegio de Médicos, que argumentó su oposición con una serie de sentencias sobre un tema muy polémico en los últimos años: la denominada ‘prescripción enfermera’ o, lo que es lo mismo, hasta qué punto pueden o no pueden los profesionales de Enfermería prescribir o manejar con autonomía del médico productos que emplean en su actividad cotidiana como, por ejemplo, las vacunas. Y aunque Fernández-Valderrama no lo dijera ayer, a esto hay que añadir que el Colegio lleva casi un año demandando la unificación de los dos PAC de la capital en los bajos del infrautilizado Divino Valles. Una decisión que no convencía al equipo del exconsejero de Sanidad, Antonio María Sáez, y que parece no entusiasmar al de la actual responsable, Verónica Casado, aunque en su visita del viernes pasado se comprometió a «estudiarlo».
Estas son las mismas palabras que han empleado los responsables de Sacyl en los últimos diez meses, desde que los médicos de área que estaban asumiendo las guardias en el PAC de Gamonal -después de haber completado una jornada ordinaria- se plantaron. Como este colectivo (que no tiene consulta fija y se desplaza en función de las necesidades) había sobrepasado con mucho el límite legal anual de horas de asistencia, la anterior gerente de Atención Primaria, Aser Morato, decidió repartir esas guardias entre los médicos de los centros de salud urbanos que pueden hacerlas (los de menos de 55 años sin causa objetiva de exención) y se desató un conflicto de tal magnitud que la obligó a dimitir junto a todo su equipo.
sin solución. Así, ante la ausencia de soluciones a un problema que viene de lejos y que se ha agudizado por la falta de médicos, la actual gerencia (liderada por Santiago Rodríguez) decidió reorganizar el sistema potenciando a la Enfermería y, también, sirviéndose de la tecnología para que los médicos de guardia en San Agustín pudieran tomar decisiones en tiempo real con respecto a los pacientes de Gamonal que escapan a las competencias de un enfermero.
Una medida que el Combu tilda de «engaño a la población», aunque tanto los representantes de los trabajadores -la junta de personal- como la actual consejera de Sanidad son partidarios de potenciar la Enfermería para poder mantener los servicios y consultorios en la región.
Apoyo vecinal y de Sanidad Pública Sí
La dirección de la asistencia ambulatoria en Burgos, liderada por Santiago Rodríguez, explicó la reorganización de la atención médica urgente en la capital a profesionales y representantes vecinales ayer, cuando entró en vigor. La mayoría manifestaron su apoyo y su aprobación, aunque con matices, como se expone en este texto.
Al encuentro acudieron miembros de Juan XXIII, La Ventilla, el G-9 y Los Cubos y todos los consultados coincidieron en que su objetivo es que se garantice que el punto de atención continuada de Gamonal (al que pueden acudir pacientes de toda la ciudad, con independencia de donde vivan) se mantenga y, a ser posible, con médicos. Pero consideraron que preservar y potenciar las consultas de Enfermería es una alternativa aceptable hasta que haya una solución definitiva.
El representante de Juan XXIII, Miguel Ángel Gómez, pidió que se agilice todo lo posible la constitución de las juntas de distrito para poder exponer el tema allí y afirmó que pedirán la presencia del consejero de Presidencia, Ángel Ibáñez, dado que fue concejal responsable de Gamonal y creen que podrá defender a Burgos en la Junta. «Con la salud no se puede jugar, pero creemos que en la gerencia están trabajando bien y no todo son movilizaciones», dijo, pidiendo que también lo expliquen en los barrios.
El presidente del colectivo de La Ventilla, José Antonio Irisarri, afirmó que «es una decisión racional y ante eso... hay poco que decir». Agradeció las explicaciones del equipo y pidió que se despolitice la sanidad, además de ofrecerse para hacer pedagogía sobre el uso correcto de las urgencias. «No son para dar una vuelta», dijo.
Una consideración que también hizo el portavoz de los vecinos de Los Cubos y de San Pedro de la Fuente, Javier Albo. «Nos hemos ofrecido para tratar de inculcar un buen uso de las urgencias», dijo, tildando de «bastante buena» la reorganización propuesta por la gerencia. «Están trabajando bien, ningún reproche. Si no tienen personal, ¿qué hacen?», añadió, insistiendo en que hay pelear para formar a más médicos de familia y retenerlos.
El presidente del Consejo de Barrio de Gamonal y el de la asociación Las Eras no acudieron al encuentro, pero fueron consultados por este medio, con opiniones dispares. El primero, Ángel Alonso, señaló que «siempre y cuando se mantenga el PAC en Gamonal, me parece bien». El segundo, Francisco Cabrerizo, fue el único que se opuso. «Me parece demencial», dijo, criticando que la decisión se haya expuesto una vez que se ha tomado y, sobre todo, porque afirmó que «de esta manera la gente se va a marchar directamente a las Urgencias del HUBU».
El portavoz de la plataforma Sanidad Pública Sí, Juan Antonio Ayllón, apoyó la medida, aunque matizando que «esperemos que sea recortado en el tiempo y que se busquen soluciones definitivas». Hasta que eso no suceda, dijo que «es la mejor solución que se puede tomar». Recordó que «no se puede ir al médico por una fiebre de hace dos horas» y reiteró que el cambio con el nuevo equipo directivo de Primaria ha sido «copernicano».