Suma y sigue. El circuito de velocidad Kotarr, en la localidad ribereña de Tubilla del Lago, cada vez atrae más eventos y más diversos. De hecho, las instalaciones rozan el lleno hasta finales de año. Su encargado, Rubén Abejón, detalla que el movimiento aumenta con el paso de los años y con ello, de cierta forma, se consolida su papel como motor económico en la comarca, con la mayoría de casas rurales ocupadas en 20 kilómetros a la redonda casi todos los fines de semana, así como hoteles y restaurantes.
Tras congregar a cerca de 4.000 aficionados al mundo del motor hace apenas unas semanas en la concentración Fast and Nice, en Kotarr se preparan para recibir a una comitiva de coches clásicos que parten desde Londres y acaban en Lisboa, con parada en Tubilla delLago para hacer un rally.
Muchos modelos, según detalla Abejón, datan del 1900 y 1920, mientras que los más modernos se fabricaron en los años 70. «Es la tercera vez que vienen. Suele ser un evento con bastante repercusión económica en la zona», subraya al respecto.
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