La casa por el contenedor

C.M. / Burgos
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Urbaser recoge en un año un millar de toneladas de todo tipo de enseres y muebles, un servicio gratuito que se realiza en horario nocturno y busca frenar el abandono indiscriminado. DB acompaña una noche a estos trabajadores

Una cómoda en perfecto estado pero que no gustaba a sus dueños se recogió el miércoles en Luis Alberdi. - Foto: Alberto Rodrigo

Los muebles de madera maciza ya no son para toda la vida ni se heredan de padres a hijos. Las ganas de cambiar el hogar cada cierto tiempo o la afición por el montaje pieza a pieza gracias a una conocida marca escandinava hacen que muchas familias quieran desprenderse de sus viejos enseres para dar paso a otros más modernos. En numerosas ocasiones se dejan abandonados junto a las islas de contenedores de recogida selectiva o en cualquier calle de la ciudad colchones, somieres, armarios, butacas, televisores e incluso lavabos o inodoros confiando en que los servicios de limpieza los recojan para su reciclaje u otras personas puedan darles un nuevo uso.

Este comportamiento no solo afea las calles de la ciudad sino que también puede llevar aparejado sanciones económicas si la Policía Local pilla a los autores del abandono de enseres en la vía pública. Con el objetivo de poner freno a esta situación Urbaser, la empresa que se encarga de la recogida de residuos y limpieza viaria, puso en marcha un servicio gratuito para ayudar a los burgaleses en su reciclaje. Solo hay que contactar con la empresa a través de teléfono o correo electrónico y la empresa les indica el día que pasará a recogerlo.

Los ciudadanos deben dejar los enseres en la calle a partir de las 22.30 horas y los operarios de la empresa pasarán a recogerlo. El servicio se presta de lunes a viernes en horario nocturno. Se hace el recorrido por la ciudad en función de los avisos que han llegado. Cada día se realiza una veintena de servicios. Dos equipos integrados por dos operarios y dos vehículos realizan el trabajo en función de los avisos. En uno de los camiones se depositan la madera y los residuos electrónicos y en el otro los muebles y otros elementos para facilitar su traslado a los puntos de reciclado. En el caso de los elementos de madera se llevan al Ecoparque de Cortes mientras que el resto se depositan en la nave que la Fundación Lesmes tiene en Villalonquéjar para tratar de darles una segunda vida, especialmente en el caso de los electrodomésticos.

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