Cuando Mercedes anunció que alargaba el tiempo de vida hasta 2030 de la furgoneta Vito de motor de combustión que fabrica en Vitoria, la dirección y los trabajadores de Lear vislumbraron un rayo de esperanza para el futuro de las factorías Ardasa y Ara. Sí, porque meses antes la multinacional alemana había anunciado que en 2026 detenía su producción para sustituirla por una eléctrica y que no iba a ser Lear la que a partir de esa fecha fabricara los asientos para ese nuevo vehículo.
La prórroga de la vida comercial de la 'vieja' furgoneta representaba una oportunidad inmejorable para que la factoría burgalesa asegurara su actividad hasta 2030. Pero había que competir por el contrato de los asientos con otras compañías, Mercedes no iba a continuar con Lear por inercia. Y ahora el comité de empresa ha sabido que la empresa elegida ha sido Faurecia, con lo que 400 empleos en Burgos peligran a partir de 2026.
Sí, porque Lear tiene en estos momentos un solo cliente, Mercedes, de manera que la vida de la empresa a partir de 2026 depende de la consecución de nuevos contratos. La noticia ha caído como un jarro de agua fría en la plantilla y la primera reacción ha sido la de limitar el horario a las 8 horas diarias preceptivas, porque hasta el momento el personal hacía un 20% más de jornada -pagada, claro está- para aumentar la producción.
(Más información, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos)