Aranda ingresa 350.000 euros al año en multas de tráfico

L.N. / Aranda
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Se trata de un 90% más que en el ejercicio de 2017 0 2018, cuando la recaudación se quedó en 183.000 euros. Influye el aumento en la plantilla de Policía Local, el empleo del llamado 'multacar' o las cámaras

La puesta en marcha del conocido como ‘multacar’ ha contribuido a disminuir los aparcamientos en doble fila. - Foto: Patricia

Los ingresos del Ayuntamiento de Aranda de Duero por multas de tráfico suman tres años por encima de 350.000 euros. Más concretamente, la recaudación de 2021 ascendió a 382.000 euros, después bajó hasta 351.000 euros en 2022 y aumentó ligeramente a 352.000 durante el año pasado. Así, las arcas municipales han encadenado tres ejercicios en máximos, ya que, según los datos de los servicios económicos del Consistorio, en 2017 y 2018 se percibieron 183.000 euros por este mismo concepto. Desde entonces hasta la actualidad, el incremento supera el 90%.    

Detrás de estos datos se esconden diversos factores. Entre ellos, el hecho de que haya aumentado de manera considerable la plantilla de la Policía Local. Hasta no hace mucho, la capital ribereña contaba con una sola patrulla por turno para atender todos los avisos. De los 18 agentes que hubo justo antes de la pandemia se ha pasado a 42 efectivos desde finales de 2022. «Obviamente», dicen fuentes consultadas por este periódico, antes se denunciaba menos. Ahora, «se nota» que hay más policías en la calle. 

A ello se suman algunas herramientas que han puesto en funcionamiento como, por ejemplo, el conocido como 'multacar'. Se trata de una tecnología que permite reconocer hasta 25 matrículas por minuto y entre las infracciones que identifica de forma más habitual se incluyen el aparcamiento en el carril bici, subir el vehículo en la acera, dejarlo en zona de carga y descarga, estacionar en un lugar prohibido por una señal, en zonas reservadas para personas con discapacidad o en línea amarilla. 

También aparcar en doble fila, algo relativamente habitual en las entradas y salidas a los colegios, pese a que no está permitido. Desde la Policía Local subrayan que desde que emplean este sistema se han reducido notablemente los aparcamientos en doble fila, aunque no han llegado a desaparecer. Indican que pasan dos veces para verificar que la infracción no ha sido un hecho puntual. Por ejemplo, alguien que se detiene unos segundos. Si es cuestión de poco tiempo, la segunda vez que pase el coche policial por ese mismo punto, el vehículo en cuestión no debería seguir en doble fila y no habría sanción. 

«Aquí se ha notado un mejor comportamiento de los conductores», aseguran desde la Policía Local. Asimismo, ha influido la instalación de cámaras de videovigilancia en diversos puntos de la ciudad, sobre todo en las entradas y salidas de Aranda, en las principales arterias o en puntos críticos como los puentes. «Esto también influye en un comportamiento positivo. Al final, se da la preocupación de que a un conductor se le pueda observar cometiendo una infracción», inciden fuentes policiales. 

Pues bien, las multas de tráfico engloban multitud de supuestos, desde estacionamientos indebidos, a un resultado positivo en alcoholemia, el hecho de no tener en vigor la documentación del vehículo o no contar con un permiso de conducir válido en el caso de la población extranjera, entre otros. También se siguen poniendo denuncias por no llevar el cinturón de seguridad. De hecho, recientemente la Policía Local arandina se ha adherido a una campaña de la DGT en la que los agentes controlaron a un total de 721 conductores. De ellos, 16 fueron multados por no abrocharse el cinturón. En el caso de los asientos delanteros, de los 276 copilotos a los que se controló, siete no lo llevaban. Y en cuanto a los asientos traseros, tres de 73 tampoco se lo habían ajustado. La buena noticia es que de los 49 sistemas de retención infantil que se comprobaron, todos cumplían. 

Pago. Los importes de las multas de tráfico varían en función del motivo y suelen oscilar entre 80 euros de las leves y 200 de las graves. Después están las sanciones de la zona azul, la mayoría por no pagar el tique obligatorio o por superar el tiempo permitido. En muchos casos, los afectados acuden a la sede de Policía Local a recoger el justificante de pago. Mientras, otros esperan a que se lo envíen por correo.