Europa sale al rescate de las dehesas de roble del Parque Natural de las Lagunas de Neila, un hábitat ligado al uso ganadero que al perder su función se ha visto invadido por matorral o por pinos hasta llegar a colapsar, al dominar estos a los ejemplares de quercus y provocar su envejecimiento precoz. La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León destinará 177.560,49 euros de los fondos Next Generation a localizar, analizar el estado actual y aplicar métodos para recuperar, potenciar y revalorizar esas masas forestales, «favoreciendo su supervivencia, su uso tradicional y el mantenimiento de los valores ecológicos, paisajísticos y culturales asociados a ellas», detalla el pliego del contrato, que acaba de salir a licitación.
Una vez adjudicados los trabajos, que se desarrollarán durante 12 meses entre este año y 2025, se desplegará un plan de actuación en varias zonas del parque natural, que abarca 6.860 hectáreas, las mismas que el municipio. Comenzarán los técnicos por cartografiar las masas de dehesas de robles de mayor interés y valor, diagnosticar su situación actual y plantear soluciones para su mantenimiento.
Las actuaciones se han dividido en tres zonas para facilitar su gestión y suman 60 hectáreas. Valdehesa, en las laderas situadas al oeste de la carretera que se dirige hacia Nájera (La Rioja), en parajes denominados como La Cerrada y Vaquerizas, indicativos del uso tradicional ganadero; Riofrío, en la parte noreste del término municipal, las laderas situadas entre el río Arenal y el río Frío; y Muñabaraza, hacia el extremo noreste del término municipal.
Solo en una zona de Riofrío -no aprovechada para el ganado por su fuerte pendiente (de hasta el 70%) y la ausencia de pastos- se procederá a la plantación de 411 árboles, un 50% de melojos (Quercus pyrenaica), y 50% de roble albar (Quercus petraea), con una protección individual para que los pies no sufran daños por los animales herbívoros de la zona, silvestres o domésticos. El resto de las actuaciones se encaminan a eliminar la competencia de pinos y matorral, y a sanear los propios robles.
«Como la presión ganadera ha disminuido considerablemente, muchos de los pastizales se han cubierto de matorral, y similar es el caso de las dehesas, que se han visto invadidas de estrato arbustivo, o en muchos otros casos, de pinos que han ido ocupando el espacio, relegando a los viejos robles a un estrato inferior, por lo que en la actualidad muchos de estos árboles se encuentran en estado decadente, debido a la edad y a la posición de sombra que tienen», detalla el informe técnico.
Ahora, se procederá a eliminar 33,41 hectáreas de competencia arbórea, abriendo claros y potenciando a los robles en toda la superficie, y otras 30 de vegetación mediante «desbroces manuales y/o mecanizados en función de la accesibilidad para la maquinaria», añaden. También se podarán robles jóvenes y adultos.
Los restos serán triturados en toda la superficie en la que se hayan realizado tratamientos selvícolas (44,63 ha) «y quedarán repartidos por la superficie para favorecer la formación de suelo», detallan.