El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol ha hecho públicas las sanciones de la jornada 33ª de la Liga Hypermotion y castigó con dos partidos al entrenador del Burgos CF Jon Pérez Bolo, que vio la cartulina roja directa en el minuto 39 del choque que el cuadro blanquinegro jugó contra el Espanyol el pasado viernes.
Era la pena mínima que le podía caer al técnico vizcaíno, ya que el colegiado escribió en el acta del partido que expulsó al preparador local por «protestar airadamente una de mis decisiones, gesticulando y gritando, habiendo sido advertido con anterioridad». Según reza el artículo 124 del reglamento, las actitudes de menosprecio o desconsideración, siempre que la acción no suponga una falta grave, son sancionadas «con la suspendión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes».
Así las cosas, el técnico burgalesista no se podrá sentar en el banquillo el próximo domingo en La Cerámica para dirigir a su equipo contra el Villarreal B, mientras que tampoco lo podrá hacer el próximo domingo 14 de abril en El Plantío en el duelo contra el Racing de Santander. Le tocará ver a su equipo desde la grada por primera vez en esta temporada y es que no había sido expulsado con anterioridad desde que llegó al Burgos.
Las tarjetas amarillas se siguen acumulando en una plantilla blanquinegra escasa de efectivos y que de cara a la próxima jornada tendrán tres lesionados, dos de larga duración, Saveljich y Navarro, y otra que llegó la pasada jornada, la de Appin. Están al borde de la suspensión en estos momentos tres jugadores del plantel burgalesista.
Dos de ellos, José Antonio Caro y José Matos, vieron la cartulina amarilla el pasado viernes y en ambos casos la amonestación llegó por protestas al colegiado. El tercero en esta lista es Álex Sancris, que ya lleva tres jornadas al filo de la navaja, ya que la cuarta amarilla del curso la vio en el choque contra el Eibar. Son tres jugadores fijos en el once de Bolo en estos momentos y una tarjeta más provocará que se pierdan el siguiente partido.