La agónica victoria del pasado fin de semana ante el Gipuzkoa Basket ya es historia. Así es el deporte al más alto nivel; nadie se acuerda del ayer. Ese trabajado triunfo ante un rival directo servirá de muy poco si el Longevida San Pablo no es capaz de doblegar este sábadpo -19.00 horas- al Real Valladolid en el Polideportivo Pisuerga. Ganar, ganar y ganar, de eso se trata cuando solo vale acabar en la primera plaza.
La exigencia del proyecto azulón es máxima y el margen de maniobra, escaso. Si quiere tener opciones de ascenso directo deberá sacar adelante los ocho compromisos de liga regular que restan y el de este sábado en Valladolid se antoja como uno de los más complicados. Juega fuera de casa ante un adversario de play off y con la rivalidad añadida de ser un derbi regional. Desde luego, no faltan ingredientes.
Lolo Encinas, entrenador de los burgaleses, podrá contar con todos sus hombres de cara a esta nueva 'final'. En la ida, la superioridad azulona fue manifiesta (94-69), pero desde aquella quinta jornada ambos equipos han evolucionado y han cambiado jugadores. Además, en la memoria de Corbalán y Barrera, está el correctivo que se llevó el equipo la temporada pasada en su visita al Pisuerga.
Enfrente, el Valladolid no está peleando por el ascenso directo, pero sí por obtener el 'factor cancha' en el play off. A estas alturas del curso, es séptimo con 17 victorias, dos menos que el San Pablo, y viene de ganar seis de sus últimos siete compromisos.
Paco García, entrenador de los pucelanos, sigue manteniendo la misma filosofía de siempre, por lo que al San Pablo le espera un rival intenso y pegajoso. Entre sus hombres, destacan Mike Torres en la dirección de juego, Devin Schmidt como amenaza exterior y N'Guessan y Nwogbo por dentro. La batalla interior por el dominio del rebote promete ser interesante.
García se deshizo ayer en halagos hacia la plantilla del San Pablo, pero recordó que «ha perdido cinco partidos fuera de casa, cuatro ante rivales de play off», y cree firmemente en las posibilidades de sus hombres.
Afición burgalesa. El San Pablo estará acompañado por más de medio millar de burgaleses que se desplazarán al Polideportivo Pisuerga para presenciar el partido en directo, al igual que hicieron el año pasado.