Miranda de Ebro poco a poco vuelve a la normalidad. Los nuevos casos del brote de gastroenteritis se han reducido, tal y como se confirma por parte en el hospital Santiago Apóstol y en los dos centros de salud de la ciudad. Mientras tanto, las autoridades avanzan con los análisis a la espera de conocer los resultados que permitan dar luz sobre la causa que motivó el incremento de casos el miércoles por la tarde noche. Por un lado, las autoridades sanitarias continúan con el estudio epidemiológico, mientras que en el Ayuntamiento controla el agua de la red pública, aunque los resultados microbiológicos que se solicitaron ayer por la mañana todavía no se tienen sobre la mesa.
En cualquier caso, desde la administración local se reitera el mensaje de tranquilidad sobre el agua de la red municipal, ya que los análisis actuales no reflejan ningún dato preocupante y por lo tanto no se desaconseja su consumo. El concejal responsable del agua, Guillermo Ubieto, remarca que han comprobado que el suministro de los últimos días siempre ha estado tratado con cloro, ya que una de las dudas que se generó tenía que ver con una pérdida de suministro eléctrico el sábado en la estación potabilizadora. Este extremo se ha analizado y el Consistorio remarca que el sistema funcionó correctamente en todo momento, a la espera de tener más datos para poder determinar las causas que originaron el brote.