En busca de título y mecenas

B.A.
-

Amaya Muñoz, vinculada a Cubillejo de Lara, publica una novela juvenil de misterio ambientada en Burgos capital con el nombre por elegir

Los lectores deben escoger el título de la obra de Amaya Muñoz Vicario entre los cuatro propuestos. - Foto: Luis López Araico

«Amaya, esta historia puede dar mucho más de sí. Puedes escribir una novela sobre ella», le dijo un amigo al que le gusta el terror y el suspense. «¿Pero qué dices?», le contestó ella, quizá abrumada por el reto y acostumbrada a escribir relatos más cortos. Ahora, esa novela, protagonizada por una joven con un don y ambientada en Burgos capital, ya está terminada. Bueno, más bien casi terminada. Su autora busca un título que la complete entre sus mecenas, porque en esta ocasión, a diferencia de su primer trabajo, un libro de relatos llamado El mundo a rayas, Amaya Muñoz Vicario, vinculada con Cubillejo de Lara, ha decidido apostar por la autopublicación y ha optado por el crowdfunding con un sistema de preventa para financiar su edición. 

Serán los compradores de su libro quiénes elijan finalmente el título entre cuatro propuestas seleccionadas por la autora. Donde sopla el norte, Esperan en el frío, Solo una vida normal y Aún más frío son los nombres por los que los mecenas podrán votar hasta este viernes, 25 de noviembre. El que obtenga la mayor puntuación será el que finalmente acompañe en la portada de la novela a la imagen de la Catedral de Burgos un día de tormenta, con la silueta de una joven protegiéndose con un paraguas y dos fantasmas asomando. 

La obra, sin embargo, ya puede adquirirse, pero no saldrá de la imprenta hasta febrero. Detallista ella, Amaya ha creado diferentes paquetes para hacer más llevadera la espera. Al adquirirlos, la autora envía una carta donde confirma que se ha comprado (o que se ha recibido como regalo) esta novela que en breve podrá leerse y que más adelante les hará llegar. Cada uno de estos paquetes ofrece diferentes propuestas y tiene distintos precios. Entre ellos, hay uno que contempla un paseo con la autora por aquellos rincones de Burgos que aparecen en la novela, y en todos los casos, el nombre del lector saldrá en los agradecimientos. 

No es que esta mujer, de formación aparejadora, no rematara su obra, sino que el título que había elegido para ella, Invisibles en la ciudad fría, no convenció a 3 de los 8 lectores cero a los que pidió opinión, tampoco del todo a ella. «Pensé que había que cambiarlo y empezó el caos». Y así surgió la idea de contar con ayuda. Se lo comentó a las personas de la plataforma donde lo tiene a la venta (Verkami) y les pareció una buena idea. «Que voten el que más les atraiga. Tanto el título como la portada tienen que tener algo de márketing, algo que llame la atención de un vistazo y que invite a leerlo»

Lourdes y su don. Así se llama la protagonista de su libro, Lourdes, una joven de 19 años que es capaz de ver y escuchar fantasmas y espíritus. «Pero es algo que tiene muy escondido porque siempre le ha dado muchos problemas, lo que le convierte en una persona introvertida e insegura», relata la creadora de la historia, que adelanta que en un curso de Formación Profesional de Fotografía, la joven conoce a dos amigos que le ayudan a abrirse al mundo y a los que va a tener que apoyar utilizando esos dones. «Es una historia de superación personal y de amistad, muy bonita aunque con ciertos pasajes de miedo», explica Amaya, que al principio quería ambientar su novela en una ciudad con mar, pero dando un paseo por Burgos y frente a su Catedral, tuvo claro que su historia tenía que ser allí, «y ha ganado mucho». Aparece la Seo, como elemento que calma y ayuda a la protagonista en ciertos momentos complicados y también otros muchos bares y lugares de la ciudad. 

A Amaya siempre le gustó la escritura, pero entre estudios, trabajo y familia, lo había dejado en un segundo plano, hasta que hace unos años decidió retomarlo y comenzar con cursos de narrativa online. Empezó a crear relatos cortos, que aglutinó en su primer libro en 2021, y cuando quiso escribir la novela, entre su intuición y la idea de un amigo, recurrió a uno de ellos para darle más vida. Para ayudarle con la constancia y aminorar los momentos de desánimo, se apuntó a un nuevo curso, en el que Marta González Peláez fue su guía. 

«Escribir una novela era mi espinita desde pequeña, y lo he conseguido, he cumplido mi sueño», confiesa la autora, descendiente de Tablada del Rudrón, pero con casa en Cubillejo de Lara, de donde es su marido y un lugar en el que se siente plenamente acogida, tanto, que desde las últimas elecciones forma parte de su junta administrativa para intentar mejorar la localidad.