Cada año sale de la Universidad de Burgos una promoción de unos 260 jóvenes titulados en diferentes ingenierías que tienen el trabajo asegurado, pero no necesariamente en Burgos. Madrid, sobre todo, País Vasco y Cataluña son las principales captadoras de este talento fresco y, también, las gigantescas competidoras de una industria local que es incapaz de parar esta fuga masiva y que está acusando un grave déficit de trabajadores altamente cualificados para afrontar sus proyectos de modernización.
Burgos y su Universidad cuentan con una dilatada experiencia y reconocimiento nacional en formación cualificada de especialistas industriales y aquí es donde vienen a pescar las grandes ingenierías y las consultoras con sede en la capital de España, Barcelona y Bilbao, principalmente, sin olvidar las del resto de Europa, que también sufren la misma escasez de mano de obra cualificada.
El 25% de las ocupaciones que está generando este sector en nuestro país están en Madrid, un 20% se localizan en Cataluña, mientras que País Vasco y Andalucía se reparten otro 10,6%, respectivamente, según detalla un reciente informe del Mercado de Trabajo de los Ingenieros realizado por Randstad Research. Toda esta oferta de trabajo es accesible a través de las diferentes plataformas de empleo o las webs de las propias compañías.
A Castilla y León, con Burgos a la cabeza, apenas le queda un 3,1% del pastel de contratos, porcentaje que no está cubriendo -ni de lejos- las necesidades de una industria local que está afrontando muchos frentes de cambio estratégicos, desde la apuesta por la sostenibilidad y las energías renovables hasta la digitalización de todos sus procesos productivos.
Los servicios técnicos, las grandes ingenierías y consultoras, generan el 18,73% de los contratos y esos centros de trabajo se ubican en las grandes capitales y trabajan para toda España (también para la industria burgalesa) y todo el mundo, en algunos casos. El resto de sectores no llegan al 10% de los empleos de ingenieros: la energía, el 5,27%; la construcción, el 3,69%; la aeronáutica, el 3,65%; la informática, el 3,35%; la automoción, el 2,4%.
La UBU ha empezado este curso a girar encuestas a sus titulados, también a sus ingenieros, en las que les pregunta dónde trabajan además de si trabajan, como hacía hasta ahora. La institución docente es consciente de que desde el primer año casi todos los ingenieros están ocupados en lo suyo con contratos estables y atractivos, más del 90% de los encuestados así lo afirma, pero no en Burgos. Hablamos de ingenieros en mecánica, en electrónica, en informática y también los agrícolas, principalmente.
Gonzalo Salazar, vicerrector de Relaciones con la Empresa y Resiliencia de la UBU, puntualiza que ya buena parte de los egresados en estos campos proceden de otras provincias (atraídos por estos estudios) y asegura que en Burgos es muy difícil que continúen su especialización con un máster «porque todos están trabajando».
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