Desde primeros de siglo, cuando daba sus primeros pasos en el diseño y fabricación de tecnología de protección contra el fuego, el Grupo Komtes siempre ha enfocado su actividad para vender fuera de España. En un mercado tan vasto, donde numerosos países se suman cada año a la imposición de nuevas normas que velen por la seguridad antiincendios de todo tipo de infraestructuras, la compañía burgalesa está siempre alerta para detectar nuevos nichos de negocio con el afán de seguir creciendo, no solo en facturación (60 millones a final de 2023) sino también en plantilla (250 trabajadores, de los que 150 lo hacen en Burgos).
En estos próximos meses Komtes afrontará retos novedosos y de vital importancia en sus planes de internacionalización del negocio. Se prepara para aterrizar en cuatro países no solo con oficinas comerciales, que también, sino con pequeñas plantas de producción y ensamblaje para atender sobre todo la creciente demanda minorista que ha observado en Latinoamérica, Asia y el este de Europa. Raúl Melgosa, fundador junto a Juan Emilio Andino del Grupo, explica que en noviembre o diciembre estará en condiciones de abrir la fábrica de Turquía, que iniciará su actividad con cinco trabajadores. Chile será el siguiente destino con una planta de similares características y plantilla. Y es que en Sudamérica numerosos países «donde hasta hace poco no era obligatorio instalar 'sprinklers' (pequeños detectores con aspersores contra incendios) ahora lo es, con lo que en este continente ha aumentado mucho el mercado potencial».
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