Un universo imaginario domina el arte románico, donde realidad y fantasía llegan a solaparse para producir unas formas en ocasiones indescifrables. En la escultura, lo fabuloso adquiere un verdadero protagonismo, pues el bestiario invade los muros y pórticos de las iglesias con apariencia de arpía, sirena y otras criaturas mitológicas. Los animales reales como las aves o fieras cohabitan con extraños engendros de inmensas fauces y cola de dragón. Estas imágenes, más próximas de un mundo de ensueño que del real, solo son comprensibles a través de su simbología… y ¿por qué no?, del arte también. La fascinación por estas figuras que rodean las abundantes ermitas e iglesias de la comarca burebana y las diversas interpretaciones que surgen sobre su representación y significado invitan a potenciarlas. Y ese es el objetivo que Dorien Jongsma se ha marcado en la nueva convocatoria de residencias artísticas en La Aldea del Portillo.
Los monstruos forman un cosmos de criaturas entre animales y hombres que se encuentra disperso entre los templos religiosos, películas, libros, canciones y un largo etcétera de posibilidades. «Todas estas expresiones, antiguas y actuales, confirman que estos seres no cesan de captar la atención de los humanos desde hace cientos y cientos de años», comenta la holandesa, que tras reflexionar una y otra vez se cuestiona «qué se debería hacer con ellos». La respuesta llegará de la mano de los artistas contemporáneos nacionales e internacionales que participarán en un debate en el que la creatividad jugará un papel fundamental.
En esta ocasión, los engendros que habitan en los pórticos de los hitos románicos escondidos en la Bureba, «poco valorados y visitados», añade la artista, «invitan a la alegoría y a dejar la fantasía volar». Se ubican en el exterior de las construcciones, lo que «abre la posibilidad a interpretaciones no estrictamente religiosas y en poner en el foco de atención de los creadores estas delicias del territorio», explica. Todos ellos conocerán de primera mano los personajes que habitan las iglesias de Soto, Navas, Hermosilla, Los Barrios o Pino, entre otras, dentro de un gran desierto demográfico que se encuentra rodeado de nuevas monstruosidades, como cosechadoras gigantes, aerogeneradores de cientos de metros de altura o cualquier construcción detonante en el territorio.
El programa incluye la visita a los templos de la zona. - Foto: Luis López AraicoPara dar respuesta a todas las dudas que afloren en los encuentros entre los artistas y las 'bestias' estos deben tener claro «por qué hay que cuidarlas o rechazarlas». A partir de ahí brotarán creaciones que pueden expresarse en todos los lenguajes artísticos y que, a futuro, quizás descansen junto a sus mentores de piedra. Pero antes, deberán presentar un boceto o borrador del proyecto expositivo a realizar dentro del espacio interior y exterior del albergue El Hacedor, en el caso de ser seleccionado.
Encuentros. El plazo de entrega finalizará el 10 de abril y la resolución se comunicará antes del día 25. Los artistas o colectivos que mejor comprendan el objetivo del trabajo realizarán las obras en las instalaciones de la Asociación Imágenes y Palabras entre mayo y octubre. Coincidirán en el tiempo y lugar durante el proceso de creación con un mínimo de dos y un máximo de cuatro compañeros durante dos semanas o más (si su trabajo así lo requiere), y tendrán la posibilidad de presentarlo al público dentro de los encuentros gastro-artísticos organizados mensualmente. También de formar parte de la exposición que la agrupación prepara en colaboración con el Festival de Poesía Silvestris Festival.
El nuevo encuentro incentiva la creación colectiva y para ello Jongsma propone compartir experiencias en conjunto en la pequeña localidad de La Aldea y alrededor de su entorno, con el fin de crear momentos únicos a través de paseos y excursiones.
Una Casa Rota que inspira
La Aldea es una de las localidades más despobladas del territorio, pero puede presumir de su fragor artístico y de recibir a cientos de artistas al año que buscan crecer en el mundo de las artes en un entorno en el que reina la tranquilidad. Ya no es necesario que compartan espacio junto a otros visitantes (viajeros al uso) porque disponen de la Casa Rota, un alojamiento exclusivo en el que tienen la posibilidad de dar rienda suelta a su creatividad en el propio espacio y en el jardín.
El inmueble de dos plantas cuenta con tres dormitorios, cocina, baño, salón y zona exterior disponible para alquilar durante un tiempo indeterminado (resartis.org).