La hostelería no es un sector ajeno a la meteorología, aunque su impacto resulte menor que en el comercio en caso de que esta se torne desfavorable, tal y como está ocurriendo durante esta primavera. No obstante y «penalizados» por esta situación, la pasada Noche Blanca cambio totalmente el escenario y llenó barras y comedores, quedándose fuera clientes a los que los empresarios se vieron obligados a decir que «no había sitio», tal y como reconoce el presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del patronal, Enrique Seco, quien calcula un alza de la facturación del 30 o 35% respecto a cualquier sábado de mayo, salvo el de la Fiesta de las Flores (del 10 al 12).
Seco aplaude la repercusión de esta cita cultural, que en esta ocasión vino acompaña de buen tiempo, lo que le lleva a firmar que se trató del evento «más multitudinario» de todos los que se han celebrado. «No hemos dado abasto», admite, marcando esta fecha como una de las más importantes para esta actividad económica. Tanto es así que la compara como un «día fuerte» de San Pedro, que no durante todas las fiestas, al igual que el fin de semana cidiano o la celebración de la Fiesta de las Flores. De hecho, apenas encuentra diferencia entre esta última y la del pasado sábado, ya que la primera se prolonga desde viernes por la tarde.
Una vez concluidas, el también vicepresidente de la Federación de Hostelería sostiene que han sido estas dos fechas las que han permitido al sector 'salvar' este mes de mayo, caracterizado por un menor movimiento que el de 2023, añadiendo a estas dos actividades la buena afluencia de turistas habituales de fin de semana a la capital, al igual que a una mayor presencia de estudiantes. Con todo ello, valora de forma muy positiva las dos iniciativas que financia el Ayuntamiento debido a la respuesta masiva de público que han tenido (...).
(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este martes o aquí)