El salto mortal de los Hombres G en Sonorama Ribera

P.C.P. / Aranda
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El debut en el recinto arandino del grupo, 41 años después de iniciar su carrera, permite al festival cumplir un sueño y a varias generaciones reunirse en un mismo concierto con unas 40.000 personas

"Este es el Sonorama de los sueños complidos. Traer a una banda que ha sido fundamental para nuestra generación", afirma Javier Ajenjo, director del festival que ha puesto a bailar a padres, abuelos y niños en "una bonita noche de verano", como la ha definido David Summers, que ha terminado con fuegos artificiales y Sufre mamón de fondo.

Los Hombres G han cumplido su promesa inicial de pasárselo bien y han dado un salto mortal con el debú en el Sonorama Ribera de una banda quinta de Naranjito (Mundial 82), a la que ya no arrojan sujetadores al escenario cuando pide a las chicas que se suelten el pelo pero que sigue conservando esa galantería con aire canalla que las vuelve locas. Por son ellas, por abrumadora mayoría, las que han coreado a pleno pulmón no solo la balada que les ha dedicado Summers, Te quiero, "una de las canciones más bonitas que hemos hecho en 41 años", sino otras como Solo un par de palabras o Lo noto, con la que tantas parejas han empezado a dejar de serlo en estas cuatro décadas.

Pero como había que pasárselo "de puta madre", los Hombres G enseguida han recuperado su vena guasona con temas como Indiana -solo en su boca puede no sonar hortera eso de 'me tienes hasta la banana'- Nassau o Visite nuestro bar.

David Summers, líder de los Hombres G, durante el concierto de esta noche.David Summers, líder de los Hombres G, durante el concierto de esta noche. - Foto: Alberto Rodrigo

Tras convertir El Picón en un karaoke gigante para cantar Marta tiene un marcapasos han hecho un amago de retirada, que prácticamente nadie -y menos sus fans- se ha creído porque faltaban al menos un par de clásicos. Han vuelto para regalar otra balada, Temblando y con miles de linternas de móviles encendidas, antes de preparar las maletas para poner rumbo a Venezia, con esa inconfundible voz de opereta que borda el batería, Javi Medina, aunque frise los 60, y darse el homenaje final con Sufre mamón.

"Muchísimas gracias, lo hemos pasado de puta madre. Sed buenos, sed felices y seguir disfrutando del festival", se ha despedido David Summer, al que Ajenjo le ha recordado antes de saltar al escenario que tiene una deuda pendiente con la plaza del Trigo. Visto que están en forma, no descarten que cualquier mañana se aparezca por allí.

(La crónica de la jornada del sábado y todas las fotografías, en la edición impresa)

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