Pascual ha anunciado este jueves que dará un nuevo impulso a su estrategia de internacionalización. La compañía, con sede en Aranda de Duero, está inmersa en un proceso de transformación de su presencia internacional a través de acuerdos para producir y distribuir localmente en otros países bajo modelos de joint-venture con distintos socios "de gran trayectoria" en distintos países de Centroamérica, África y el Sudeste Asiático, como informa en una nota de prensa. 

Hasta ahora, la presencia internacional de Pascual se basaba en su estrategia de exportaciones, con la que ha alcanzado presencia en 52 países de todo el mundo desde hace 25 años. Sin embargo, ahora apuestan por "acelerar y transformar su presencia internacional". Al modelo basado en la exportación de producto, especialmente en la categoría de yogures, se une ahora la producción local en terceros países.

La actividad en el exterior supone alrededor de 34 millones de euros anuales para la compañía, un 5% del total de su facturación. 

En palabras de Tomás Meléndez, director de Internacional de Pascual: "Queremos dar un salto cualitativo en nuestra estrategia internacional y eso implica pasar de un modelo clásico de exportación a la verdadera internacionalización; es decir, producir y distribuir localmente en otros países. Para ello contamos con partners con una trayectoria fiable y consolidada en países como Marruecos, Angola o Guatemala. Nuestro objetivo es poner el foco en países emergentes para seguir creciendo y duplicar la facturación de nuestro negocio en el exterior en 2026". 

Así, Pascual seguirá manteniendo su modelo de exportaciones en categorías como los yogures, pero potenciará los acuerdos con socios de referencia en distintos países, especialmente en economías emergentes. "Tenemos ya una amplia experiencia en la exportación de categorías como los yogures de larga vida. Esa línea de negocio va a continuar, pero ahora el reto es tener presencia con otros lácteos y marcas como Bifrutas, productos cuya exportación no es fácil y que necesitan ser producidos localmente", afirma Meléndez en la nota de prensa.

El modelo de colaboración de Pascual en estos países se basa en la creación de joint-ventures de capital conjunto al 50% con partners de gran solvencia en cada territorio. Así, "Pascual aportará su experiencia y conocimiento del consumidor, además el know-how para la producción de sus marcas", mientras que los distintos socios contribuirán con su conocimiento del país, su capacidad de distribución, su estructura fabril y su red comercial.

Expansión. En algunos países como Angola, Pascual ya lidera el mercado nacional de yogures y "ahora busca exportar ese liderazgo a otras categorías", como destacan en el comunicado. La firma se ha asociado con Refriango, una de las mayores empresas de bebidas y zumos del país y con un volumen de facturación cercano a los 600 millones de euros, para la producción local de leche, leche en polvo y yogures a partir del próximo mes de octubre.

Actualmente, Angola supone alrededor del 15% del negocio internacional de Pascual y se espera que alcance una cifra de negocio de 25 millones en 3 años.

Mientras, la empresa agroalimentaria ha creado también la joint venture Gracia junto a la corporación Hermanos Castillo, un conglomerado familiar guatemalteco con más de 90 empresas ubicadas en países como Guatemala, Honduras o Panamá. 

A ello se suma que Pascual lleva más de 20 años exportando a varios países del Norte de África y quiere ahora ampliar su presencia en el Magreb a través de un nuevo proyecto en Marruecos. A través de un acuerdo con Activ Distribution, consolidará la presencia de sus marcas en tierras marroquíes y pondrá el foco de producción local de su marca Bifrutas, además de leche, yogures y nata.