El centro de gestión de tráfico del Ayuntamiento ahora sí que dispone de un verdadero 'Gran Hermano' que vigila las 24 horas de los 365 días del año todos los puntos calientes de la ciudad. La presencia a lo largo y ancho de la capital de 121 cámaras que controlan la circulación es parte esencial de un sistema dirigido a facilitar los movimientos por Burgos tanto de conductores como de peatones, ciclistas o usuarios de patinetes, a fin de hacerlos más rápidos y seguros. Pero igual de relevante es contar con un sistema de recepción de imágenes que permita supervisar todo, absolutamente todo, lo que ocurre en los viales de la urbe.
Hasta hace unos meses eso era imposible, porque los técnicos que trabajan en la sala de tráfico solo podían contemplar 16 monitores, mientras que en estos momentos el nuevo videowall es capaz de dividir la pantalla en innumerables sectores. Además, la tecnología implantada -la concesionaria Etralux ha invertido 190.000 euros- es capaz de hacer saltar en pantalla la imagen que capta una cámara cuando en el punto al que enfoca se produce un suceso relevante, un atasco, un accidente, etc. Así, se observan situaciones en tiempo real, de manera que se pueden poner en marcha de forma mucho más ágil todas las medidas tendentes a dar más fluidez al tráfico y reducir el tiempo de duración de cualquier embotellamiento: alargar la fase verde para coches en calles adyacentes para liberar vehículos atascados, planteando rutas alternativas, etc.
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