Ibeas de Juarros pretende poner fin el estado de ruina en el que se encuentra en estos momentos el histórico edificio que albergó la casa del médico y consultorio, conocido posteriormente como Aula Emiliano Aguirre. Para su recuperación se destinarán 350.000 euros en los próximos dos años con el objetivo de acoger el centro cívico y la biblioteca, además de acoger otros servicios propios como la sala de ordenadores. De esta forma, los vecinos de la localidad lo aprovecharán y se le dará por fin una funcionalidad al destacado inmueble.
Se ubica en una zona céntrica de Ibeas, en la carretera Logroño junto a la cantina, y esa precisamente ha sido una de las razones de peso para decidir instalar ahí el centro cívico. A eso se unen las ganas de «poner en valor» este edificio que en la actualidad solo se emplea para albergar el archivo del municipio, como asegura el alcalde José Ignacio Colina. Esos documentos se localizan en la planta baja y se enviarán a otro local para dejar ese espacio libre. Sin embargo, la parte superior presenta un deteriorado aspecto y necesita una importante intervención.
En un principio se antojaba como una obra de menor importancia de la que se ejecutará finalmente y la cantidad que se preveía, en torno a los 100.000 euros, se triplicará. Esto se debe principalmente a que en el momento de realizar el proyecto se descubrió el mal estado en el que se encontraba la estructura del complejo. A pesar de que al acceder a la instalación se observa una amplia sala acondicionada, la realidad es bien diferente. Las vigas de madera se encuentran muy deterioradas y urge actuar rápido para lograr mantener el inmueble en adecuadas condiciones.
La parte de abajo se dividirá en diferentes habitaciones para ubicar salas de uso común o aquella destinada a los ordenadores. Mientras, la planta superior se destinará a realizar una amplia biblioteca aprovechando la altura y lo espectacular que puede quedar por la singularidad de la cubierta. De hecho, la elevada altura permitirá doblar el espacio y tener una gran sala. «Pensábamos actuar solamente en esta planta y lo de abajo solo retocar un poco y poner una calefacción nueva», manifiesta Colina, pero al descubrir el verdadero estado de toda la estructura fueron conscientes de que requiere un arreglo mayor de lo esperado.
La reforma del interior se realizará en dos separatas, una que se llevará a cabo en 2022 y otra en 2023, con el fin de que para este último año se encuentre completamente finalizada. Por el contrario, la fachada se dejará completamente igual y se conseguirá mantener de esa forma su singularidad. En el año 2000 se renovó la cubierta, pero ahora se necesita llevar a cabo esta actuación antes de que la carcoma y el paso del tiempo acaben por destrozar todo el interior.
«Se trata de un edificio muy representativo y por ello queremos traer el centro cívico de donde está, metido dentro del pueblo, hasta aquí, que al final el más bonito está desaprovechado», asegura el alcalde, que no quiere dejar pasar la oportunidad de salvarlo. Además, esta iniciativa permitirá que el actual espacio donde está el centro cívico se ocupe por las asociaciones de la localidad.