El Burgos CF mantiene la sonrisa. El sábado llegó la tercera victoria consecutiva y son ya trece los puntos que suma la escuadra blanquinegra después de seis jornadas ligueras. Este inicio soñado tiene un claro protagonista, Álex Sancris. El madrileño ha terminado de eclosionar y ha pasado de ser un buen jugador a decidir partidos. Mucho se ha hablado este verano de la posibilidad de que saliera del Burgos y este comienzo corrobora que se trata de un futbolista diferencial en la Segunda División.
Sancris ha estado bien escudado por Curro Sánchez, el indiscutible líder de este Burgos CF. Es la piedra rosetta del equipo y la entidad hizo un esfuerzo para que continuara en el conjunto burgalés.
La historia se repite en el Burgos. Desde su llegada al fútbol profesional en la temporada 21-22 los hombres de segunda línea han sido los protagonistas, los que han asumido la responsabilidad del gol. La parroquia blanquinegra no se olvida de aquella dupla que formaron en el regreso a Segunda Juanma García y Pablo Valcarce. Entre ambos hicieron 19 goles y fueron la referencia ofensiva del Burgos CF.
Las circunstancias se pueden asemejar a las que se están viviendo en este inicio de temporada. Cuando se asocian Álex Sancris y Curro Sánchez siempre ocurre algo y eso que el onubense no está en su mejor estado de forma. Pese a todo, son los dos futbolistas más importantes del equipo en ataque de largo.
De los nueve goles que ha logrado el Burgos en estas seis primeras jornadas, seis llevan su nombre. Han logrado tres dianas cada uno, por lo que tienen gran parte de la culpa de que el equipo haya comenzado de esta forma tan notable.
No obstante, están rodeados de jugadores que hacen su trabajo más fácil. La labor de hombres como Edu Espiau, Fer Niño o el propio Appin es primordial para que estos jugadores puedan brillar. En el caso de los delanteros centro, son los encargados de fijar a la defensa, de generar espacios para que la calidad de Curro y Sancris pueda decidir partidos.
Mismo patrón. Llama la atención que a lo largo de los años el patrón se repite. Juanma y Valcarce fueron los primeros. Se trata de dos jugadores que actuaban entre líneas y que eran incómodos para las defensas para su movilidad. Fueron oro para aquel Burgos que regresaba veinte años después a la Segunda División.
Julián Calero daba una enorme importancia a esa segunda línea y en la campaña 22-23 perdió a Juanma, pero tuvo en sus filas a un jugador como Gaspar Campos, que también destacó por su faceta goleadora. Coincidió con Curro y entre ambos hicieron 16 dianas. Fueron dos piezas muy importantes.
Acabó la etapa de Calero y comenzó la de Jon Pérez Bolo, aunque también con el vizcaíno este tipo de futbolistas tienen una enorme importancia. La pasada fue la primera campaña del vasco en el banquillo blanquinegro. Curro fue el más destacado con 15 dianas. Otro jugador que destacó en el gol fue Álex Bermejo, que tuvo un papel secundario, pero hizo cinco goles en Liga y dos en Copa.
Si se mantiene el ritmo con el que ha comenzado este curso, las cifras pueden mejorar y lo positivo es que a esa pareja de Curro y Sancris se unan futbolistas como Íñigo Córdoba,Dani Ojeda o Borja Sánchez.