«Debido a la situación económica que llevamos atravesando desde la pandemia, y a pesar de nuestros esfuerzos y de todo nuestro equipo durante todo este tiempo, nos vemos legalmente obligados a proceder al cierre de nuestros centros propios. Hemos intentado solucionar esta situación mediante distintas vías, poniendo en práctica todas las medidas que estaban a nuestro alcance, con la finalidad de seguir con la dinámica de la empresa. Pero, por desgracia, no ha sido posible».
Con este mensaje colgado en su página web, los centros de estética Ideal, con un establecimiento en Burgos -en el interior del centro comercial Camino de la Plata- anunciaron el martes la clausura de sus locales por todo el país. La decisión, notificada a sus 7 empleadas en la capital castellana el lunes por la noche, ha dejado a más de un centenar de burgaleses con sus sesiones pendientes.
La cadena, especializada en la depilación por láser de diodo y tratamientos faciales y corporales y con centros por todo el territorio nacional, ha otorgado a sus trabajadoras un permiso retribuido indefinido que impide que puedan acogerse a la prestación por desempleo o acceder a un nuevo puesto.
La noticia del cierre, de la noche a la mañana, ha sido una sorpresa para la plantilla. Aunque la nómina correspondiente a diciembre la cobraron algo más tarde de lo que solía ser habitual -la recibieron el día 12 en vez de alrededor del 3- nada les hizo sospechar de los problemas que asegura Ideal arrastra. Es más, en octubre se sumó una nueva empleada, incorporación a la que el 1 de diciembre acompañó otra más.
Los afectados, que empiezan a organizarse a través de las redes sociales para tratar de hacer fuerza, esperan poder reintegrar el dinero que han comprometido a sus tratamientos mediante la financiación con una entidad de crédito. Es más, barajan la posibilidad de manifestarse o concentrarse frente al centro de estética, ya cerrado, para mostrar su descontento. En este tipo de negocios es habitual la contratación de una serie de sesiones mediante la adquisición de un bono que se prolonga durante varios meses o años.
Mientras tanto, las 7 burgalesas, que el martes acudieron a su puesto de trabajo, pero sin atender citas, esperan que la situación se resuelva cuanto antes. Menos esperanzas tienen en relación al cobro de la nómina correspondiente a diciembre. A nivel nacional, se calcula que son más de 1.600 los empleos que se han comprometido -repartidos en tres empresas- mientras que los afectados se cuentan por miles.
«Nuestros centros nacieron del sueño de acercar la medicina estética a los consumidores, a través de tratamientos de calidad a buen precio. Y para ello, hemos contado con GRANDES PROFESIONALES que, cada día, han puesto de su parte para que así fuese. Pero lamentablemente nuestro recorrido ha llegado a su fin, teniendo que cerrar definitivamente todos los centros propios de la marca. Actualmente, estamos en proceso de negociación para la redirección de los clientes con tratamientos pendientes, y esperamos próximamente poder deciros algo. Por encima de todo, sentimos todos los inconvenientes que nuestra situación acarrea. A la vez que pedimos vuestra comprensión, dado que hemos llegado a ella abocados por los acontecimientos que afectan a la economía y, muy especialmente, por la restricción del crédito bancario», concluye el mensaje de la compañía.