Los descubrimientos en el yacimiento romano de Clunia se suceden campaña tras campaña. En la última, que acaba de finalizar, el equipo de investigadores ha hallado en el Foro, construido en el siglo I después de Cristo, cuatro puntos totalmente expoliados que sirvieron de soporte a cuatro columnas, y los cimientos de un quinto, del que sí que se aprecia parte de la base. «Está arrasado. Vuelve a estar saqueado todo. Estos grandes agujeros sobre el terreno son los saqueos de los apoyos de las columnas. Observamos que el saqueo del Foro es masivo», detalla el arqueólogo Gerardo Martínez. Según remarca, a raíz de las excavaciones que han realizado desde la última semana de agosto hasta finales de septiembre, «no sólo se han llevado las columnas, incluyendo su decoración y los mármoles, sino que también han saqueado la cimentación. Es la tónica del yacimiento».
Sobre estos agujeros de tierra que hoy han aflorado en Clunia, gracias a la labor desarrollada por casi una veintena de investigadores llegados de Andalucía, Castilla y León o Cataluña, habría que imaginarse la basa, después la columna y encima el capitel.
Este hallazgo permite a los arqueólogos avanzar en el conocimiento del Foro, un espacio que está considerado como el centro de la ciudad y el núcleo principal del desarrollo económico, político y religioso de Clunia durante la época romana. De hecho, siempre se ha destacado su gran amplitud y se le considera como uno de los mayores foros que se conocen. Por suerte, verano tras verano obtienen avances que confirman las hipótesis con las que trabajan.
Tras excavar en 2022 la esquina noreste, donde los arqueólogos analizaron la conexión del pórtico con la Basílica, el centro jurídico y administrativo de la ciudad; ahora han continuado con la esquina sureste y su conexión con la zona religiosa. Martínez, junto con las investigadoras Rosa Cuesta y Beatriz Rubio, apunta que estudiarán «cómo se relacionaban ambos espacios» y avanza que «en principio, habría un gran muro que no dejaría pasar a la gente a la parte religiosa». Lo que sí que tienen claro es que tanto los restos de las columnas hallados ahora como los que descubrieron en 2022 (cuando encontraron los cimientos de cuatro pilares más un quinto expoliado) coinciden.Es decir, «su distribución va en la línea», precisa Martínez, mientras recuerda que en eso los romanos «eran cuadriculados».
Sobre los escasos materiales que han emergido, el arqueólogo indica que ha aparecido «mucho de la época moderna y contemporánea», lo que, a su juicio, «es testimonio del saqueo continuado que ha tenido este espacio». En esta línea, puntualiza que el expolio no tuvo porqué producirse «de una vez, sino que puede haber una diferencia de tiempo entre un saqueo y otro de 100, 200 ó 500 años».
Restos de un podio. Además, en esta última campaña de excavaciones, que se ha acometido más tarde que el año pasado para evitar el sofocante calor, ha aflorado muy cerca de los apoyos expoliados una pieza de color más blanco, «que es posible que sea el podio de algún monumento o escultura», como explica Martínez. Asimismo, han sacado a la luz otro tramo de la canaleta de agua, que ya se excavó en los años 70 por Pedro de Palol. «Conocíamos su existencia», dice Martínez, mientras recuerda que esta canalización conectaba el Foro con el templo y, además de recoger la lluvia, confluía en una terma.
En paralelo, avanzan los trabajos para reconstruir parte del Foro, con columnas a media altura, lo que facilitará su comprensión a quienes visiten el yacimiento.