El centro de Burgos, un laberinto para bicis

F.L.D. / Burgos
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El Ayuntamiento de Burgos sigue sin corregir las numerosas deficiencias de señalización en las zonas ciclables del centro histórico. Algunas incluso se han hecho llegar desde la Policía Local

Una señal pintada en el suelo de la plaza Alonso Martínez está prácticamente borrada. - Foto: Miguel Ángel Portilla

Ni la entrada en vigor de la ansiada Ordenanza de Movilidad hace casi un lustro acabó con el caos circulatorio de las bicicletas. Lo que peor sentó a los ciclistas fue un anexo de la norma en la que se recogían las llamadas áreas de tráfico restringido. Un listado de calles por donde se permitía la convivencia entre ciclistas y peatones, pero no se explicaba cómo se iba a llevar a cabo. Hubo reuniones, propuestas y hasta se ampliaron las vías meses después.

Pero el problema ha sido el mismo y no se ha solucionado. Ni se habilitaron realmente ni tampoco hay una señalización clara. Todo lo contrario. El centro histórico es una suerte de laberinto en el que, si no te has informado previamente, es posible que termines en algún lugar en el que no está permitido circular. 

Empezamos el recorrido en bicicleta desde la calle Concordia, junto a la estatua del toro. Una señal advierte de que comienza el área de tráfico restringido. Le acompaña un cartel anunciador de una zona residencial y la prohibición del tráfico excepto vehículos autorizados. En ningún momento se hace saber que los ciclistas tienen permitida la circulación. Podemos intuirlo 40 metros más adelante, junto a Capitanía, pues en el suelo hay pintada una marca horizontal. En Alonso Martínez hay otra prácticamente borrada por la falta de mantenimiento. 

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