La edición número 27 de Sonorama Ribera llega con varias novedades. La primera, una reducción del aforo. Según detalló el director del festival, Javier Ajenjo, "este año va a haber menos gente". En concreto, a partir del lunes 4 de diciembre se pondrán a la venta 20.000 bonos más otros 1.000 de la categoría VIP. A ellos se sumarán alrededor de 5.000 más destinados al público de Aranda y la Ribera del Duero, como es tradición desde hace años. "Sabemos que esas 20.000 entradas son las que necesitamos", añadió Ajenjo, al tiempo que definió esa cifra como el "punto de equilibrio" en aras de lograr un festival "más sostenible y cómodo".
A juicio del director de Sonorama Ribera, la clave está en crecer, siempre que se mejore. "Nuestro compromiso es tener un festival mejor. Crecer es inevitable", apuntó al respecto, en referencia a un progreso enfocado en la calidad más que en la cantidad.
Entre las novedades para la edición que se celebrará del 7 al 11 de agosto también figura un aumento del número de baños y su instalación en los laterales de los escenarios. A ello se sumará que habrá dos zonas de acampada. Y, en materia de sostenibilidad, Ajenjo destacó que están inmersos en un proyecto enfocado en el ahorro energético, con el que buscan producir energía eléctrica para abastecer parte del consumo que tiene Sonorama Ribera. Finalmente, apuntó que están trabajando con el Ayuntamiento arandino para dotar de infraestructuras fijas al recinto del Picón. "Estamos dispuestos a invertir en nuestra ciudad", zanjó.