La imposibilidad de girar a la izquierda ha sido, desde la construcción del bulevar, una de las principales críticas de los conductores que día a día utilizan esta vía que hace las veces de ronda interior. Tras muchos estudios, el Ayuntamiento decidió hacer una prueba para comprobar de manera real cómo afectaría esta medida en una intersección con grandes intensidades de circulación, como la de la calle Madrid. Tras ese primer test quedaron claras dos cosas: prácticamente nadie se aprovechó del viraje y la regulación de los semáforos para facilitarla provocó largas retenciones en horas punta.
A primera hora de la mañana, en cuanto los operarios de Tráfico taparon la señal que prohíbe el giro hacia la izquierda, comenzaron los primeros problemas en el bulevar. Los vehículos que circulaban en ambos sentidos se veían bloqueados por el poco tiempo de la fase verde.
Y es que, para facilitar el giro sin que se produjeran trastornos en la circulación, fue necesario dividir las fases. De tal manera que si antes el verde favorecía a los dos sentidos a la vez, la prueba consistió en dividir ese mismo tiempo en dos, uno para cada carril. Fue eso, precisamente, lo que provocó el caos circulatorio.
La poca duración de los semáforos provocó grandes retenciones en ambos sentidos. - Foto: Jesús J. MatíasLa cosa empeoró aún más a mediodía (...).
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