Raúl García, en estos momentos miembro del organigrama administrativo del Burgos CF, ha vivido un derbi provincial desde ambos bandos. Jugó cuatro campañas consecutivas en Miranda y otras cuatro, aunque repartidas en dos etapas diferentes, con el Burgos. Presume de no haber perdido nunca un duelo burgalés, ni como rojillo ni como blanquinegro, y conoce a la perfección el sentimiento que existe en cada ciudad cuando se aproxima este partido.
Su mayor recuerdo lo tiene del que se jugó el 7 de diciembre de 2003, el primero que disputaron ambas entidades en su historia moderna. Habla de que fue «una semana intensa» en la que la mayor parte de las conversaciones acababan desembocando en el derbi. También está todavía en su mente la Lateral repleta de aficionados rojillos. «También me acuerdo que empezamos mal, que ellos marcaron gracias a una chilena de Gallo, pero que posteriormente reaccionamos y estuvimos mejor que ellos», señala el exjugador.

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