Aciturri se ha consolidado como uno de los principales referentes de la economía de la ciudad del Ebro. La empresa, pese al golpe de la pandemia, ha logrado restablecer los niveles de empleo previos al virus y se está preparando para cuando el sector aeronáutico se recupere del todo. Pero, además, cuenta con un ambicioso plan estratégico con el que pretende crecer de forma muy notable, entre otras cosas, en su negocio de motor. El presidente ejecutivo de la compañía, Ginés Clemente, reconoce que en la actualidad se sitúan en los «70 u 80 millones de euros de facturación» solo con esta actividad y su meta pasa por «llevarlo a 500».
El propio directivo de Aciturri comenta en conversación con este periódico que, para alcanzar ese objetivo, los ejes de crecimiento deben ser dos: su planta en el polígono de Ircio y GOAM, la que han comprado en Casablanca recientemente. Clemente apunta que en Francia, donde hace un año adquirieron la firma Malichaud Atlantique, no disponen de «mucho sitio donde crecer porque el terreno está todo ocupado», y añade que «en Marruecos hay un sitio inmenso para crecer, además con instalaciones muy bonitas y un polígono con unos servicios fantásticos».
Unido a ello, el presidente ejecutivo reconoce que en Miranda deben trabajar para «resolver algunos problemas», aunque no tienen el inconveniente que se les presenta en Francia porque en la ciudad del Ebro cuentan con espacio más que suficiente. De hecho, cuando Aciturri impulsó la planta del polígono de Ircio, allá por el año 2016, se hizo con unos 44.000 metros cuadrados de terreno, pero de ese espacio en la actualidad todavía tiene bastante sin uso, dado que su nave ocupa en torno a 10.000 metros cuadrados.
El plan estratégico que ha diseñado Aciturri, según explica Clemente, marca «un crecimiento del negocio de motor para los próximos 5 años», pese a que el presidente ejecutivo de la compañía muestra cautela y reconoce que esa meta «es más un deseo». Eso sí, al mismo tiempo remarca que «en realidad se están haciendo cosas» para avanzar en esa dirección. Sobre ello, el directivo de la empresa mirandesa insiste en la relevancia que han tenido sus últimas adquisiciones fuera de España, así como, en la importancia de contar con terreno suficiente para expandirse, pero además añade que el equipo comercial está «vendiendo posibilidades para desarrollarnos» y apunta que se está llevando a cabo «mucho esfuerzo tecnológico en la empresa de Miranda».
Así las cosas, Clemente declara que por ahora la compañía aeronáutica está inmersa en el «viaje» y tiene muy claro «dónde se quiere llegar», aunque considera que jamás se puede anticipar si avanzarán «por el camino trazado». Y es que el presidente de Aciturri cree que las empresas deben «dejarse llevar por el viento, pero sin perder de vista el objetivo».
Una mejoría constante. Por ahora, el camino que ha seguido la división de motor del grupo Aciturri, de la mano de su presidente ejecutivo, le ha llevado a buen puerto. Este año, conforme a los datos que maneja Clemente, se han superado los 70 millones de euros de facturación, por lo que se ha constatado una mejoría constante durante los últimos años.
En este sentido, durante el curso anterior, 2022, el volumen de negocio de la empresa en esta sección llegó a los 31 millones de euros, tras realizar la entrega de casi 86.000 componentes a clientes como Safran, Rolls-Royce e ITP Aero. Este resultado económico supuso un incremento de 11 millones respecto al ejercicio previo, 2021. Es más, el año pasado la firma mirandesa superó incluso el balance de 2019, cuando ni se conocía la covid, ya que en esos tiempos las ventas se quedaron en los 27 millones.